Sam Bowman y Geoffrey Taunton- Collins escribieron sobre seis políticas pro- crecimiento alrededor del mundo:

1) Eliminar el impuesto a las ganancias, como Singapur

El Impuesto sobre el Patrimonio es posiblemente el impuesto económicamente más dañino que existe. Sus altas tasas deprimen la actividad económica y evita que el flujo de capital fluya hacia donde puede ser usado de manera más productiva.

Un modelo para Gran Bretaña a seguir es Singapur, ya que no tiene Impuesto sobre el Patrimonio y demostró ser un imán para la inversión extranjera. La región de Asia Pacífico atrajo a 33% de la inversión extranjera directa (IED) en 2011, frente al 18% en 2005. Gracias a su régimen de bajos impuestos, Singapur atrajo el 13% de toda la IED en la región de Asia Pacífico.

2) Cortar gastos más rápido, como Canadá

La Coalición está perdendo el control de la estrategia para reducir el déficit debido a su exceso de confianza en el crecimiento que no se ha materializado. Recortes en el gasto del gobierno no deben afectar a la economía. Los economistas de la Universidad de Harvard, Alberto Alesina y Silvia Ardagna (2012), han encontrado que las contracciones fiscales combinan con reformas estructurales, como el trabajo y la liberalización del mercado de bienes, puede ser expansiva si señalan un cambio "decisivo" en la política gubernamental .

La experiencia de Canada con cortes de gastos en los años 90s, ofrecen un util ejemplo de cómo un profundo corte de gastos puede ser implementada para fortalecer la economía. Chris Edwards describió cómo en solo dos años entre 1995 y 1997, Canada corto el gasto federal 10%, incluyendo defensa, subsidios a negocios, subvenciones del gobierno local y el seguro de desempleo, la reducción del gasto total del gobierno federal y local del 53% del PIB en 1992 a sólo el 39% a mediados de la década de 1990.

3) Simplificar los impuestos y la regulación, como Georgia

Mientras que el Reino Unido sigue siendo un buen lugar para hacer negocios en comparación con la mayoría de los otros países de Europa occidental, según los estándares internacionales se está quedando atrás.

4) Liberalizar la ley de empleo, como Alemania

El desempleo ha sido un problema persistente para el Reino Unido desde la recesión de 2008, en particular el desempleo juvenil. Por lo que es más fácil contratar y despedir trabajadores, y contratar personal temporal antes que tener trabajadores por cuenta propia bajo contrato, el gobierno podría reducir los riesgos con la contratación de nuevo personal, lo cual pone muchos negocios.

Un punto destacable de las leyes laborales de Alemania es que no tiene ninguna ley de salario mínimo. Esto evita una situación en la que los trabajadores poco calificados tengan un precio fuera del mercado de trabajo. Combinado con la Agenda 2010 sobre la reforma laboral, la cual contribuyó a que la fuerza de trabajo alemana sea más flexible y resistente a las crisis que otros países europeos.

5) Cortar el impuesto a las sociedades, como Irlanda

La reducción del impuesto a las sociedades son un paso positivo para hacer a Gran Bretaña globalmente competitiva, pero los cortes deben ser más rápidos y profundos. Los impuestos a las sociedades caen casi en su totalidad sobre los salarios de los trabajadores: un estudio reciente de los países europeos hecho por los economistas de las universidades de Warwick y Oxford encontró que, en el largo plazo, el 92% de cualquier aumento en el impuesto de las corporaciones cae sobre los salarios.

Irlanda sigue teniendo la tasa de impuesto a la sociedad más baja de Europa occidental, e incluso en la recesión ha atraído a grandes empresas de renombre como Google, Amazon y Twitter para que tengan su sede allí en vez de Londres. Irlanda está haciendo el regreso de su recesión de manera más fuerte que cualquier país de la eurozona, en gran parte gracias a su régimen de impuestos de negocios.

6) Disminuir los impuestos a los trabajadores pobres, como Australia

Un trabajador de salario mínimo a tiempo completo paga actualmente £1.588 de sus £12.875 en impuestos a los ingresos brutos. Si los trabajadores de bajos salarios fueron sacados de el pago de impuestos, todos los trabajadores a tiempo completo, en el país ganarían un "salario digno". Para hacer que el trabajo sea rentable, este recorte de impuestos se pagaría parcialmente por sí mismo, aumentando el número de personas en el trabajo y reduciendo la dependencia del bienestar.

Al permitir que sus ciudadanos mantengan más del dinero que han ganado y orientando los recortes de impuestos para los pobres, Australia está mitigando los aumentos en el costo de vida que, de otro modo, afectaría el trabajo de los pobres fuertemente.