La exposición Rural de Palermo funciona cada año como un termómetro de la ganadería argentina. Durante dos semanas, justo en la mitad del año, los referentes de la actividad se reúnen alrededor de los mejores animales de cada raza para debatir y evaluar el estado de situación en términos económicos y productivos. Los precios, los volúmenes, las tendencias y la evolución de la genética bovina son los temas principales en los pabellones y en la pista central de la muestra.

Este año los ánimos están divididos. La genética que llenó los boxes es una muestra de la constante evolución que buscan los productores, pero los indicadores del mercado generan en los empresarios más incertidumbre que certezas.

Clarín Rural recorrió la expo y conversó con los directivos de las principales razas para saber cómo llegan a esta instancia.

Juan Bullo, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Criadores de Hereford, que en esta edición de La Rural participa con 135 animales de 38 expositores, se mostró optimista y dijo que en la exposición de otoño de la raza, en Olavarría, los resultados fueron buenos. “El mercado está muy selectivo: lo que es bueno lo compra. Los precios están muy poco por encima de los del año pasado, como pasa con todas las categorías, pero, por suerte, lo que se ve en términos generales es un buen nivel de animales”, afirmó.

Por su parte, Javier Martínez del Valle, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Angus, planteó algunas preocupaciones pero también se mostró positivo. “Este era un año de incertidumbre porque se frenó la retención de vientres y estamos en un período de estabilización, por lo que las cabañas estaban a la expectativa, pero por los resultados de la exposición de otoño -que este año fue en Bolívar- y de cinco o seis remates importantes, vemos que los precios están similares a los del año pasado y hay buenos valores para los productores”, afirmó. Su raza, la principal de la Argentina, está presente en la feria con 447 animales de 83 cabañas.

Según el último informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra), el primer semestre del año registró una faena total de 6,18 millones de cabezas, que representan un 12,1% más que en el primer semestre de 2012. La participación de las hembras en la faena total, según Ciccra, se ubicó en 42,5% el mes pasado, con lo que ya se cumplieron ocho meses consecutivos desde la finalización del proceso de retención de vientres que se inició en la primavera de 2009.

De todas formas, “hasta el momento no se puede afirmar que el ciclo ganadero haya ingresado nuevamente en una fase de liquidación de existencias. Sin embargo, la caída del precio del kilo vivo de ternero de la presente campaña y la falta de interés de los productores en la compra de vaquillonas entoradas o para entorar, lleva a pensar que una nueva etapa de liquidación está por comenzar”, indica el informe. A su vez, dice que en el primer semestre de 2013 el mercado interno absorbió el 93,1% de la producción total de carne vacuna.

“La coyuntura de la ganadería no influye mal en la calidad genética. La gente que trabaja en esta actividad siempre sigue apostando y eso se ve. Pero la coyuntura sí incide en los valores. En realidad, más que una coyuntura esto ya es una realidad. Un país con enorme capacidad de exportar carne y generar divisas sigue atado a niveles de exportación lamentables: ya estamos en el puesto número doce”, dijo Bullo. Ante la pregunta de si la expansión de la ganadería en el norte del país afectaba a su raza, el representante de Hereford dijo que “el 54% de la hacienda sigue estando en la pampa húmeda, que sigue siendo la gran región productora de carne de la Argentina, la que mejores índices productivos tiene. En el norte está creciendo la cantidad de cabezas y se están adaptando las razas, pero no están reemplazando a la ganadería de la pampa húmeda”.

Para Braford y Brangus, las razas sintéticas que crecen año a año en el norte del país, la muestra de Palermo está lejos de su zona de influencia, pero igual tienen una fuerte presencia porque la consideran una importante vidriera.

Agustín Arroyo, director ejecutivo de la Asociación Braford Argentina, dijo que los precios promedio de las exposiciones y remates de la raza en la primera parte del año fueron ligeramente inferiores a los del año pasado, pero que se vendió un 40% más de animales, lo que refleja a la vez el crecimiento de la raza y las dificultades de la actividad.

“Si uno toma los valores reales, los precios de este año fueron un 25% inferiores, porque eso es lo que han aumentado los costos. Esto refleja la realidad de la ganadería. Los precios de la hacienda están en una meseta desde hace dos años, principalmente por algunas decisiones del Gobierno que han producido una desinversión en el sector ganadero”, dijo el director de la Braford, que trajo hasta Palermo 104 animales de 24 cabañas.

Entre las decisiones que Arroyo considera equivocadas está la política de exportación. ”Se calcula que este año se van a exportar alrededor de 200.000 toneladas de carne bovina. Hoy se está exportando el doble de carne de pollo que de bovino. Las restricciones y los derechos de exportación y el tipo de cambio son las causas principales del desinterés por la exportación”, explicó.

Y agregó un dato que ilustra la situación: “Los grupos de productores, para los cuales se destina el 10% de la cuota Hilton -la Asociación Braford es uno de ellos-, este año pidieron muchas menos toneladas de cupo, porque no hay interés. Nosotros habíamos pedido 90 toneladas el año pasado y este año pedimos 60”.

Por su parte, Facundo Rivolta, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Brangus, que está presente en la Rural con 133 reproductores de 37 expositores, comentó que en la exposición nacional de la raza, realizada hace algunas semanas en Resistencia, Chaco, los valores y volúmenes de venta superaron las expectativas. “Los machos promediaron 32.400 pesos y las hembras 28.800 pesos”, indicó.

“El norte y centro de Argentina son las regiones por excelencia del Brangus y sus rodeos se ven cuando uno circula por las rutas de estas latitudes. Pero la raza tiene un gran potencial de desarrollo en campos difíciles de provincias como Buenos Aires y La Pampa, por lo cual estamos trabajando en desarrollar estas regiones proponiendo a los criadores el desafío de usar la genética Brangus para obtener mejores resultados en estos campos”, agregó Rivolta.

Los temas ganaderos no están agotados y el debate seguirá sonando durante las próximas dos semanas en Palermo. La ganadería está expectante, y es crucial identificar los problemas y las oportunidades.