La principal exposición ganadera del mundo comenzó en la Argentina, en Buenos Aires y en su lugar natural de toda la vida: Palermo. Y, a pesar de aquel embate de expropiación, una medida cautelar dispuso que la mejor genética de todos los pagos del globo volviese a ese tradicional escenario que es la arena de la pista central y, volvió.
"Hoy, mundialmente, Palermo es la mejor exposición, no lo dude" y, la sentencia corresponde a una "eminencia": Ignacio Corti Maderna, el gran jurado de todas las razas carniceras, que recorrió centenares de exposiciones de aquí y de allá, emponchado, con su característico sombrero y bajando su mano consagratoria sobre el anca de centenares de campeones.
"Palermo es la gran competencia de las mejores razas y, entonces, la mejoradora de nuestra ganadería, la que pasó por varios momentos. Fíjese que hasta los 70, los animales eran reducidos y con mucho engrasamiento. Luego aparecieron las razas continentales como la Limousin, Charolais o Simmental, de maduración más tardía y más magra. Pero hubo un momento que al Aberdeen Angus ya no se le podía meter más comida y fue entonces cuando las razas británicas buscaron un animal magro, alto y estirado, pero allí nos volvimos a ir de la raya".
La síntesis de la historia vacuna expuesta con precisión por Corti Maderna concluye: "Finalmente encontramos el término medio, con animales de mayor plasticidad. Los cabañeros entendieron virtudes y cualidades. Por eso, hoy el tipo argentino es el del animal exacto para producir novillos aquí y en cualquier lugar del mundo".
Carlos Ojea Rullan juró en los últimos cinco años 17 exposiciones en distintos países (Estados Unidos, México, Canadá, Paraguay, Colombia o la Argentina) y no deja de asombrarse: "No sabés lo que es la magnitud y el prestigio que tiene Palermo en el exterior ¡es increíble! Todos preguntan. La pista de Palermo es sin duda la más importante y el fervor que existe aquí con la coronación del Gran Campeón Angus es el momento más emocionante de toda la ganadería mundial. ¡Un festival!"
El jurado no duda en las condiciones que reúnen los criadores: "El gran salto genético se dio por una combinación de muchos factores, como la acertada selección, las buenas prácticas de manejo y las excepcionales condiciones para producir carne".
Protagonistas
En 1938 el Dr. Daniel Grasso y su mujer María R. Iribarren adquieren tierras en la zona de Gardey (Tandil). En "Los Ceibos", criaron y seleccionaron los primeros planteles Polled Hereford. Hasta que, en 2008, vino el primer Gran Campeón en la Exposición Nacional Hereford. En Palermo llegó el Gran Campeón Macho Hereford y en la ultima LA NACION Ganadera obtuvieron cuatro primeros premios y un Campeón.
El Angus argentino, admirado por todos aquí y hasta un tanto más en el exterior. Foto: LA NACION / Fabián Marelli"Se cumplieron 75 años como explotación familiar ahora a cargo de Marcos Daniel Grasso, acompañado por su hermano Leandro Gastón. "La apuesta de Palermo es de mostrar la producción de la cabaña y compararse con las mejores..", relata Leandro.
Desde Bolívar vuelve la Cabaña Don Florencio de la familia de Oscar M. Busquet con tres generaciones de cabañeros Angus. Sus 60 pariciones anuales son en su mayoría de transferencia embrionaria haciendo las combinaciones genéticas de la manera más artesanalmente posible, con el objetivo de producir toros capaces de trabajar en los ambientes más difíciles junto a vacas fértiles y longevas.
Luego de ausentarse de la actividad por 10 años, en 2007 volvieron a Palermo y festejaron al consagrarse con la Gran Campeona Hembra (Don Florencio Fortunata 228).
"Venir a Palermo es traer a la principal exposición ganadera del país un conjunto de hembras de elite, productoras de embriones y de esta manera promocionar su venta. Nos da una gran satisfacción ver cuando a otras cabañas le va bien con nuestros productos. Es una vidriera que impacta a todo ganadero que quiera introducirse en la actividad, con donantes o embriones", cuenta Oscar
El cabañero recuerda su mejor momento: "Me tocó entrar a competir con mi hijo, ambos con una campeona, Al final, ganó la vaca que manejaba él, sacando la reservada de Gran Campeón Hembra en 2011. Ese es el mejor de los recuerdos que me ha dado Palermo."
La Sultana fue fundada en 1963 por don Dante Groppo, comerciante de la ciudad de Bell Ville. En esos pagos cordobeses comenzaron la cría y se enfocaron al Brangus. "Hoy - dice don Dante- tenemos una estructura familiar". Su hijo Mauricio trabaja acompañado por sus hermanos Andrés, Florencia y Darío. "El desafío de llevar animales a Palermo, en primera medida sirve para compararse con lo mejor. Luego, todo se resume en trabajar y trabajar".
Groppo reconoce que los costos económicos son altos. "En nuestro caso nos significa unos 10 mil pesos por ejemplar, aproximadamente, el exponerlo en Palermo, sin contar la crianza del mismo. Eso sí, llegar a Palermo es alcanzar el nivel es de las grandes ligas. Es como el sueño del pibe. Te aseguro que es de las emociones más grandes que se pueda tener. Entrar a la pista de Palermo y saludar a tu gente porque un animal tuyo es el Gran Campeón es algo único, inolvidable", explica.
Las ventas en Palermo son importantes, si uno tiene un ejemplar destacado. No siempre es fácil lograr que la ecuación participar/vender sea favorable.Por lo que se recomienda apuntar a llevar a la jura animales relevantes.
Los centros genéticos o consorcios entre criadores van a buscar en estos shows las piezas claves del negocio. A La Sultana le tocó en 2009 lograr un precio récord para la raza Brangus con un ternero de 13 meses que habiendo resultado en la jura un segundo Premio luego se vendió más tarde en 45.000 dólares.
dixit
"El mejor recuerdo de Palermo es cuando me ganó mi hijo con una vaca de nuestra misma cabaña"
Oscar M. Busquet
Cabaña Don Florentino
"La gran apuesta es mostrar lo mejor y compararse con todo lo bueno que los otros tienen"
Leonardo G. Grasso
Cabaña Los Ceibos
"Venir a Palermo es como participar en las grandes ligas; es una sensación única, inolvidable"
Dante Groppo
Cabaña La Sultana