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En su último reporte mensual microeconómico, el Movimiento CREA destacó el creciente deterioro del poder adquisitivo de los ganaderos desde 2012. Medido en carne, la moneda de los productores, el trabajo destaca el encarecimiento de la actividad y la pérdida de poder adquisitivo para la compra de insumos e inversiones.

Menos insumos


En junio de 2013, el precio del novillo en valores corrientes se ubicó en 9,52 $/k g, luego del máximo valor registrado en el mes de febrero del mismo año (9,74 $/kg). Si bien se asemeja a los valores de la primer etapa del año anterior, y se ubica por encima de los precios de 2010 y 2011, al evaluarlos como precios constantes el panorama resulta diferente. Para este análisis, los técnicos CREA consideraron los valores de inflación publicados por el INDEC (IPIM) y se utilizó además un índice alternativo, el IPC promedio de las provincias. El resultado es un continuo deterioro del precio del novillo en valores constantes.

A pesar que hoy el productor percibe un precio superior (+ 46% ) al de mayo de 2010 en valores corrientes, en términos constantes de IPC Provincias, el novillo perdió un 16% de valor frente a esa fecha.

Para completar el análisis, se evaluó la relación insumo-novillo de mayo de 2013 respecto a la relación del año pasado y de 2010 para el poder de compra del producto a través del tiempo. Se observó así, que para todos los insumos considerados el productor perdió capacidad de compra respecto de los dos períodos considerados.

La relación que más se deterioró en el último año fue maíz/novillo, producto del fuerte aumento interanual de este insumo de 44%, y de la merma en el precio del producto para el mismo período del orden de 2%. Esto implica que el productor requiere un 47% más de producto (kg de novillo) para adquirir la misma cantidad de maíz que en mayo del año anterior.

El gasoil, al ser un producto cuya política de precios se encuentra regulada , aumentó en el último año sólo un 3,5%. Esto explica que sea una de las relaciones que menos se ha deteriorado respecto de 2012 . En cuanto a las relaciones con el peón rural, la sanidad y las labores (medidas como el costo de la UTA), un kilo de novillo valuado a mayo de 2013, permite adquirir un 23% , 28% y 35% menos de estos insumos respectivamente.

Menos inversión


El análisis microeconómico CREA analizó además la evolución en la capacidad de inversión del productor al mes de mayo de los mismos años anteriormente contrastados. La relación se presenta como la cantidad de novillos necesarios para cada inversión, considerando un animal de 400 kg.

A excepción de la relación con tierra en zona de invernada, la posición del productor frente a inversiones resulta menos favorable respecto de los períodos anteriores. Es decir, la cantidad necesaria de animales para adquirir los bienes durables considerados se incrementó.

En términos interanuales, para la inversión en una casilla de manga de 6 metros, se requieren cerca de 2 novillos más, lo que significan un deterioro en la relación inversión-producto de 34%. Para la adquisición de una camioneta, en tanto, la variación fue similar (32%) ya que se requirieron 15 animales más a valor actual. Además, hubo incrementos cercanos al 20% para el alambre y el bebedero, mientras que para la compra de un molino (considerando el costo de una torre, máquina, rueda y cola de 8”) la variación fue menor (11%).

Los resultados analizados muestran una clara tendencia al deterioro del negocio ganadero impulsado por el fuerte aumento de los costos y una reducción interanual del precio de venta en términos constantes del orden del 14%.


Cerca de otra liquidación

La Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (CICCRA), publicó en su último informe sectorial un preocupante diagnóstico que alerta sobre una nueva liquidación de stocks.
En junio la participación de las hembras en la faena total se ubicó en 42,5% y registró un alza de un punto porcentual en términos interanuales y se ubica muy próxima al nivel del 43% que se considera el umbral de un proceso de liquidación de existencias. “Con esto, ya se cumplieron ocho meses consecutivos de la finalización del proceso de retención de vientres/recomposición de existencias que se inició en la primavera de 2009”, señala el trabajo, que aclara que “hasta el momento no se puede afirmar que el ciclo ganadero haya ingresado nuevamente en una fase de liquidación”.

Sin embargo, el reporte que firma Miguel Schiaritti advierte que la caída del precio del kilo vivo de ternero de la presente campaña y la falta de interés de los productores en la compra de vaquillonas entoradas o para entorar, “lleva a pensar que una nueva etapa de liquidación está por comenzar”.