Ninguno de los productos escapó a la tendencia negativa del mercado, que ya había comenzado una vez liquidada la posición julio. Más allá de la coyuntura bajista que se está evidenciando en la plaza estadounidense, veamos un poco que nos dice el análisis de la sintonía fina.
El factor que nos define la futura tendencia de los precios es el análisis del comportamiento de las posiciones futuras largas respecto de las posiciones futuras cortas. Como primer ejemplo, veamos qué nos dice el mercado de maíz: la posición futura marzo 2014, con US$ 205 por tonelada, se está cotizando US$ 8 por debajo de la posición futura septiembre 2013, con US$213, como lo indica el cierre de Chicago de anteayer.
En cambio, si analizamos el comportamiento de los futuros de la soja vemos que la posición marzo 2014, con US$ 466, se está cotizando US$ 74 por debajo de la posición agosto 2013, con US$ 539,87. Un primer análisis indica entonces que la soja es el producto que mayor potencial de baja tiene comparado con el maíz.
Un factor que está contaminando el análisis del mercado de la soja es la firmeza que se registra en la primera posición futura, en este caso agosto. Esta firmeza es consecuencia del "roleo" de la posición julio al momento de su expiración y de la decisión de los fondos de no tomar la pérdida en julio y conservar la esperanza de achicar la misma o, en el caso más optimista, tener ganancia.
Al realizar un análisis sobre cómo se han comportado las variables del mercado, empezando por el atraso en las siembras hasta el riesgo hoy inminente de no poder sembrar unas 500.000 hectáreas de soja de segunda por excesivas lluvias durante la cosecha de trigo, existen grandes posibilidades de que la producción de soja estadounidense no llegue al récord de 93,08 millones de toneladas estimados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, en sus siglas en inglés). Si este fuera el caso, los fondos tendrán razón y deberíamos esperar un mercado con una sostenida recuperación a medida que se pueda confirmar la menor producción. El productor debe tomar conciencia que para 2014 la fiesta ya terminó, será muy difícil volver a ver una soja de US$ 380 o un maíz de US$ 200, salvo una catástrofe climática en EE.UU. durante algún momento de la evolución de los cultivos.
La vuelta del girasol
El ciclo 2014 deberá encararse con una mayor diversidad en el portfolio productivo, no todo es soja y maíz, es momento también de pensar en el girasol. Los fracasos ocurridos en la cosecha de soja durante las últimas dos campañas en el NOA y el NEA son un llamado a la reflexión y debe poner en alerta a los productores. En una jornada realizada por Asagir en Chaco, se ha confirmado de boca de los propios productores la intención de aumentar la superficie de siembra de girasol si las condiciones de humedad lo permiten. Hoy la entidad proyecta un aumento de la superficie de siembra nacional del 8% y podría alcanzar los 2 millones de hectáreas.