El crecimiento imparable de la importación de energía obligó al Gobierno nacional a realizar una modificación presupuestaria destinada a incrementar de manera fenomenal los recursos para el sector energético.

El mayor desembolso será para la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa). Según los datos oficiales, Cammesa consumió al 30 de junio el 99% de lo que tenía presupuestados para todo el año: $ 18.502,3 millones.

En tanto, Enarsa tendrá unos $ 3.307 millones más para importar combustibles. La partida de Enarsa se encuentra dentro del ítem Asistencia Financiera a Empresas Públicas y Ente Binacional de las Obligaciones a Cargo del Tesoro, cuya ejecución había llegado al 76% en el primer semestre, indicó el Cronista.

Por su parte, el ex secretario de Energía, Jorge Lapeña estimó que el Gobierno lleva gastado, en lo que va del año, 25 mil millones de pesos en subsidios para la energía. En declaraciones a Radio Continental, el ex funcionario dijo que se trata de "un 40 por ciento más que el año pasado. Las importaciones energéticas se incrementan con un ritmo del 30 por ciento anual y este año estará en 13 mil millones de dólares".

Lapeña consideró que "el gran problema estructural del sector energético argentino y que el gobierno se niega a reconocer es que estamos produciendo cada vez menos petróleo y gas y estamos consumiendo cada vez más y el problema cada año es peor".

Ya se importa hasta un 40% del gas que se consume en el país

Por la llegada del frío, se traen del exterior hasta 50 MMm³/d de gas por barco y desde Bolivia para cubrir la demanda residencial. Las importaciones se encarecieron un 48,3% en el primer cuatrimestre. Proponen incentivar la incorporación de nuevas operadoras interesadas en explorar campos maduros. Y advierten que el desarrollo del shale gas demandará u$s 65.000 millones hasta 2030.

El encendido de equipos de calefacción provocó un fuerte incremento de las importaciones de Gas Natural Licuado para las terminales de Bahía Blanca y Escobar y del hidrocarburo que llega desde Bolivia.

La cifra preocupa en los despachos oficiales: representa el 38% del gas consumido en el país, según indicó el consultor energético Daniel Gerold en el seminario “La energía en el período 2003-2013: diez años perdidos”, organizado en mayo por el grupo de ex secretarios de Energía en el auditorio de la UCES.

Por su parte, Jorge Ferioli, presidente del Comité Argentino del Consejo Mundial de la Energía (CACME), presentó un estudio sobre los desafíos que tiene por delante la industria petrolera de cara a lograr un desarrollo masivo de los yacimientos no convencionales.

 “En los próximos 15 años habrá que perforar 7.500 pozos nuevos, para lo cual se precisarán 166 equipos nuevos de perforación, y 67 sets de fractura. En 2030 se deberían perforar 1.000 pozos nuevos de shale gas por año”, expresó el directivo.

 “En 2030, la industria debería invertir u$s 9.000 millones por año, a fin de que el nivel de perforación aumente un 75%”, precisó Ferioli. La colocación de un pozo de shale gas demanda el triple de tiempo que uno convencional. “Hoy existen en el país 72 camiones de fractura de 2.000 HP de potencia. Para 2030 se espera que esa cifra ascienda hasta los 1.072 camiones”, indicó.