El lunes de esta semana, el Ministerio de Agricultura chino oficializó una noticia muy esperada por la Argentina y el resto del Cono Sur: aprobó los certificados de bioseguridad necesarios para que la nueva soja RR2Bt puede ingresar a China.
Esta autorización se venía esperando desde hacía muchos meses, precisamente desde que se conoció, en agosto pasado, la aprobación de este evento apilado en soja, que contiene el gen RR2 más el Bt. Sin esa aprobación no tenía sentido sembrarla, porque el grano o sus derivados no podrían ser exportados a su principal mercado mundial, aunque ya estuviera aprobada en el resto del globo.
Los certificados de bioseguridad entregados por el gobierno chino son fundamentales, ya que constituyen los avales que deben tener los exportadores para poder ingresar la soja a ese país. Pero lo central es que, con esta importante novedad, se abre una nueva etapa para la producción de soja en la Argentina, que no registraba cambios de esta magnitud desde la aprobación de la soja RR1, en 1996, la única transgénica que se siembra hasta ahora.
Ante las expectativas que se abren en la agricultura local, Clarín Rural dialogó con referentes de las cuatro compañías que, desde este año, venderán los materiales de la nueva soja RR2Bt, conocida como Intacta.
Rodolfo Rossi, reconocido genetista de soja de Nidera, explicó primero qué aportará la genética de la RR2Bt. “Por un lado, los beneficios son cuantitativos, con el plus de rendimiento que tiene el gen RR2, que ronda entre 7% y 12%. Por otro lado, hay ventajas cualitativas por el gen Bt agregado, que le brinda resistencia a insectos lepidópteros”, explicó el especialista.
Respecto a la genética, Gerardo Bartolomé, presidente de DonMario, se mostró muy entusiasmado con la noticia y dijo que, en su semillero, esta tecnología “revolucionaria” fue combinada con sus mejores variedades, con lo cual “el nuevo germoplasma desarrollado es tan competitivo como el que los productores conocieron con la soja RR1”.
Tanto Nidera como DonMario, que son líderes de ventas de semilla de soja en la Argentina, deberán competir con un importante nuevo jugador, que volvió al mercado local de la oleaginosa. Se trata de Monsanto, justamente la empresa que inventó esta tecnología y luego otorgó licencias al resto.
Pablo Vaquero, vicepresidente de Monsanto para Latinoamerica Sur, comentó que este año constituirá una etapa de prelanzamiento de sus materiales para el norte de país, la zona en la que primero estará la tecnología, porque es el lugar en el que constituye una solución más clara para la presión de plagas.
Vaquero comentó que se están haciendo ajustes de varias cuestiones organizacionales y que “el lanzamiento fuerte de las variedades de Intacta, con la marca Asgrow, se hará en el 2014”.
Debido a que los primeros lanzamientos de la soja RR2Bt serán para el norte argentino, las variedades serán de los grupos más altos.
Rossi manifestó que, por el lado de Nidera, los materiales que estarán disponibles para esta campaña serán de los grupos 6, 7 y 8 cortos. El especialista también afirmó que el volumen de semilla que comercializará la firma será superior a lo normal para un lanzamiento.
Por su parte, Bartolomé dijo que DonMario tendrá disponibles cuatro variedades (una del grupo 6, una del 7 y dos del 8). En este sentido, aclaró que por un acuerdo con la compañía licenciataria solo se pueden lanzar variedades del grupo 6.5 para arriba.
También subrayó que están terminando los últimos detalles contractuales, pero dijo que ya podrían comenzar a vender los nuevos materiales. Así, anticipó que la precampaña podría arrancar para ellos en julio, dentro de pocos días.
Tanto Rossi como Bartolomé dijeron a Clarín Rural que el año que viene ya estarán en condiciones de vender soja RR2 Pro de más grupos de madurez y para otras zonas del país.
El cuarto semillero que jugará este partido es la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA). Su presidente, Daniel Biga, comentó que la inclusión del nuevo evento genético se hizo sobre la base del germoplasma propio, en los criaderos que la compañía tiene en Pergamino y Cabildo, provincia de Buenos Aires.
“Las evaluaciones que hicimos en múltiples ambientes del NOA y del NEA mostraron un altísimo potencial de rendimiento”, se entusiasmó Biga.
Por su parte, Rossi recordó que, como consecuencia del menor número de aplicaciones que requiere esta soja resistente a plagas, se reduce el impacto ambiental del cultivo, por un menor uso de insecticidas. “En algunas regiones, se hacen más de tres aplicaciones para lepidópteros, pero con el Bt habrá, casi con seguridad, dos aplicaciones menos”, explicó.
Por su parte, Bartolomé se refirió a otra cuestión importante. “Además del control de las plagas ‘target’ que hace el Bt -oruga de las leguminosas, oruga medidora, falsa medidora, barrenador del brote, oruga bolillera y gata peluda- hay que mantener los monitoreos para plagas como chinche y, de acuerdo a la región, para picudo”, recomendó.
Vaquero se sumó a Rossi y destacó que, según los ensayos que hicieron en los lotes experimentales del norte del país, se reduce en un 90% la cantidad de aplicaciones.
Viga también manifestó que “la tecnología Intacta permitirá seguir reduciendo el impacto ambiental, debido a la menor utilización de insecticidas”. Pero auguró también que las nuevas variedades traerán aparejada una destacada reducción de costos de producción, además de mayor simplicidad de manejo.
Los cuatro ejecutivos coincidieron enfáticamente al recordar la necesidad de hacer los refugios. Es decir, ese porcentaje de la superficie del lote de soja que hay que sembrar con un material no Bt. Para la Intacta, es del 20% (Ver Infografía ).
“El valor que el productor les dé a los refugios es una base fundamental de esta innovación; es central para la sustentabilidad de la tecnología”, afirmó Vaquero.
Ahora, se abre un período de definiciones, de estrategias comerciales y de ajustes. Este año será para poner en marcha las maquinarias, aunque no habrá una enorme cantidad de semilla disponible.
Seguramente, el 2014 marcará otro ritmo y, también, abrirá la puerta para que nuevas regiones, y no solo las del norte, ingresen al futuro de la soja.