Su estrategia de demorar el anuncio de su decisión hasta último momento podría obedecer, en parte, a limar las diferencias que existen en su frente interno, formado por una quincena de intendentes, y a dejar sin tiempo al oficialismo kirchnerista para reformular su armado.

En contra de esta hipótesis, están quienes sostienen que a Massa lo habrían ganado las dudas y no pocos temores, que frenarían su decisión de postularse como diputado y evaluar la posibilidad de acompañar simplemente una lista encabezada por el intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi; su esposa, Malena Galmarini, y el legislador Felipe Solá.

Una candidatura de Massa traccionaría el apoyo de una importante porción del electorado que desea ver derrotado al kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires
Lo cierto es que si, finalmente, Massa resuelve no encabezar la lista y quedarse en la intendencia de Tigre, muchos pensarán que esa decisión estaría relacionada con fuertes presiones ejercidas en las últimas semanas desde la Casa Rosada tanto contra el ex jefe de gabinete de Cristina Kirchner como contra algunos de los jefes comunales que integran su grupo político.

Ampliamente favorito en las encuestas, una candidatura de Massa traccionaría el apoyo de una importante porción del electorado que desea ver derrotado al kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires. Ese factor es clave para que otros sectores políticos, como el macrismo, el denarvaísmo o incluso la fuerza política que lidera el gremialista rural Gerónimo Venegas busquen un acercamiento al intendente tigrense.

Si Massa fuese finalmente candidato, es probable que el macrismo termine acordando con él. El entendimiento podría hacerse extensivo al sector de Venegas, quien oportunamente lanzó su postulación a diputado nacional en la provincia, y posiblemente a la Capital Federal, donde el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, que por ahora es postulado como senador nacional por el partido Fe, de Venegas, podría terminar siendo apoyado por el macrismo. A Massa siempre le agradó la idea de asociar su figura en el distrito bonaerense a la de Lavagna en el porteño. La extensión del acuerdo al sector de Francisco de Narváez sería más dificultosa, tanto por los compromisos de éste con grupos afines a Daniel Scioli, como por algunas diferencias que Massa no oculta con De Narváez.

Si Massa fuese finalmente candidato, es probable que el macrismo termine acordando con él
Sin embargo, también podría darse el caso de que, en función del escaso tiempo para entablar negociaciones, no haya mayores acuerdos y Massa termine siendo exclusivamente candidato de su propia agrupación, el Frente Renovador.

¿Qué pasaría si Massa decidiera no ser candidato, pero sí impulsar una lista propia, que incluyera a su esposa y a Giustozzi? Los efectos serían los siguientes:

- Se dificultaría enormemente un acuerdo más amplio de la oposición peronista no kirchnerista.

- Una lista massista sin Massa será cuestionada por el resto de la oposición y tildada de ser funcional al oficialismo, como si fuera una "colectora" del kirchnerismo.

- Los votos antikirchneristas podrían fragmentarse, sin que ninguna fuerza pueda obtener un caudal de sufragios semejante al que lograría una lista encabezada por el intendente de Tigre. De todos modos, las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de agosto podrían cumplir un papel relevante, de modo que en las elecciones generales de octubre buena parte del electorado antikirchnerista termine inclinándose por la fuerza más votada en los comicios previos. Claro que si ninguna coalición política opositora obtiene una diferencia apreciable sobre las demás en las PASO, la atomización de las fuerzas no kirchneristas podría continuar en octubre.