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Mayo se fue y la Bolsa local cumplió con el histórico dicho " sell in may and go away " (en español, "vende en mayo y vete"). Sólo basta como ejemplo decir que, en el último mes, el Merval cayó más de 9 por ciento. Pero no todos corrieron la misma suerte. Los principales mercados externos evitaron el rojo y, por ende, la profecía. De hecho, Wall Street cerró el mes con ganancias de entre 3 y 5%, en promedio, y la misma tendencia siguieron la mayoría de los índices europeos.

Ahora bien, balance más o balance menos, la mirada lógicamente se concentra ahora en junio y la herencia que recibe. Es decir, los temas pendientes de las últimas semanas e incluso meses que seguirán -según el momento- influenciando el ánimo de los inversores y los precios. Estos temas garantizan, además, que el piso de incertidumbre y volatilidad se mantendrá alto.

Últimamente, el mercado local convalida su comportamiento principal en drivers propios. Se desacopla casi totalmente del mercado externo, salvo que las noticias que existan generen bruscos movimientos al alza o a la baja en Wall Street. Esto, en principio, no cambiará. Y tampoco se modificará la importancia para los activos financieros del movimiento del dólar marginal, que cerró el mes, gracias a una estrategia del Gobierno, en niveles de entre 8,80 y 8,90 pesos. Lejos de los máximos de 10,45 pesos.

Existe, no obstante, una realidad: no hay quien confíe en que estos niveles -que incluso podrían estar un poco más abajo en el corto plazo- sean sostenibles a mediano plazo. Por algo ya se mira junio y el cobro de los aguinaldos. En los próximos meses la atención estará en la base monetaria. Aunque hubo una desaceleración en su crecimiento en los primeros meses del año, se sabe que es sólo temporal, y que en los próximos meses volverá a acelerarse (y fuerte) a causa de las necesidades del financiamiento del Tesoro.

Las expectativas también están centradas en la evolución de las reservas y el empuje (o no) que puedan recibir por el lado del blanqueo anunciado. Esta medida se pondría en marcha en las próximas semanas.

El blanqueo contempla la creación de dos nuevas opciones para el inversor en dólares: el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade) sobre el cual la plaza no tiene grandes interrogantes y que se entiende se "colará" en la curva de rendimientos local, según su liquidez. Y el Cedin, caso en el cual sí existen dudas sobre cómo será su operatoria, más allá del interés que pueda despertar como producto de la confianza.

La lista de temas pendientes incluye, además, el juicio a los holdouts . Pese a que en la última semana no hubo novedades, los inversores saben que es un tema que sigue y seguirá influyendo en los precios. Ya se está descontando un escenario adverso para la Argentina, y si bien puede haber un bajón adicional al momento de conocerse la noticia, al menos para los bonos de legislación nacional debería ser transitoria. Por algo, una vez más, títulos como el Boden 2015 o el Bonar X con tasas de retorno arriba de 14% anual en dólares mantienen su atractivo para una cartera. Lo mismo, aunque con un punto de vista más conservador, los fondos o activos " dollar linked ", ante la aceleración en la tasa de devaluación oficial.

En el mercado de acciones, la volatilidad se mantendrá alta dentro de una plaza que podría ser calificada como de trading de corto plazo.

Respecto de lo externo, la clave -más allá de lo que dicte la agenda macro- está en lo que los inversores presientan sobre el devenir de los estímulos monetarios. Al fin y al cabo, es la abundante liquidez lo que hoy sostiene las ganancias, y justamente la preocupación sobre su futuro lo que funciona como excusa perfecta para una corrección. Este mes, la FED tendrá una reunión más que relevante que ya debe resaltarse en el calendario.

DATOS PARA TENER EN CUENTA

La combinación de una mayor devaluación en el tipo de cambio oficial y una estabilización del dólar marginal achicó la brecha de 100% a menos de 70. Se espera que se mantenga entre 60 y 65 por ciento.
Los precios en dólares de los títulos ajustaron a la baja observada en el contado con liquidación, que cayó a niveles de 8,4 pesos. Más allá de cierta volatilidad, el Boden 2015 está en zona de compra.