¿Convendrá la siembra de maíz en nuestro país?
La respuesta está condicionada a la política agrícola local. Acá es poco lo que podemos hacer. Pero si el cuadro de oferta internacional es positivo, puede ayudar, y mucho. Respecto a la demanda, no se advierten hechos para pensar en una baja.
Veamos, entonces, cómo es el cuadro de oferta a nivel internacional, a través de lo que ocurre en EE.UU.
Pese a los notables avances, fundamentalmente por la acción ocurrida en la semana pasada, la realidad es que la siembra en América del Norte continúa demorada.
Y si bien la situación ya no es tan grave como parecía hace unos veinte días atrás, la verdad es que preocupa.
Porque la siembra se ha concentrado en un período más corto que lo usual, y así el riesgo de una floración con poca humedad se acentúa.
Los estados con mayor grado de retraso son los de Minnesota, Dakota del Norte y Wisconsin. El grado de avance en éstos llegaría a tan sólo 70% aproximadamente cuando el promedio de las últimas campañas, para los mismos estados, se ubica próximo a 85%, para la misma época.
Es importante remarcar que aquellos estados que se encuentran más al norte son los más propensos a sufrir bajas pronunciadas en los rindes pues ellos son los primeros en recibir las nevadas cada año.
Con un cuadro así, es probable que algunos productores abandonen sus planes de siembra. Por ahora es difícil predecirlo. Puede ser que haya una reducción en la superficie. De darse, seguramente no será de una proporción relevante. Ello depende del tiempo de ahora en más.
El problema que afectará el nivel de producción no será, en rigor, la posible reducción del área, sino la fecha de siembra.
Por ello, debemos contemplar un escenario de menor rinde por las demoras en las siembras ya realizadas.
Vale recordar que el momento de polinización, sin duda crucial para la productividad, ocurre a los dos meses, aproximadamente, de haber emergido la planta recién sembrada.
Se calcula que poco más de la mitad de la superficie se halla ahora con las plantitas de maíz recién emergidas. Quiere decir que para fines de julio próximo, las lluvias deberán aportar abundante humedad en esa área, para que esta gran porción del maíz sembrado logre un buen nivel de rendimiento.
Si así son las cosas, frente a nosotros se levanta un futuro de precios sostenidos. Porque si la producción resulta, finalmente, menor de lo que el USDA ha establecido, la verdad es que la oferta de EE.UU. afrontará problemas para cumplir con el suministro a sus mercados.
La situación se hace más delicada aún por los bajos niveles actuales de stocks finales.
Los mercados revelan con claridad las expectativas de los operadores. En Chicago, por ejemplo, la brecha entre el precio presente y el futuro viene disminuyendo abruptamente porque los valores correspondientes al año próximo están recorriendo, desde hace unos cuantos días, una senda alcista.
¿Un ejemplo? Hace quince días, la posición julio/14 estaba en u$s 216 y ahora ésta ha superado el nivel de u$S 230.