El mercado interno de combustibles demanda en promedio, alrededor de 16 millones de metros cúbicos anuales de gasoil, de los cuales 2 mm3 se utilizan para la generación de energía eléctrica y 7,3 millones de metros cúbicos anuales de naftas.
Por su parte, en las refinerías se carga petróleo cada vez más pesado, hecho que reduce la disponibilidad de destilados livianos, naftas y medios, gasoil, entre otros. La producción de petróleo viene cayendo constantemente desde 1998 a la fecha. Las importaciones de gasoil para abastecer la demanda son crecientes y, ya es necesario importar naftas de calidad para atender una demanda muy intensa, derivada del intenso crecimiento económico que se registró en los últimos años.
El aumento de capacidad de refinación que se registrará en el país se fundamenta principalmente en los beneficios otorgados por el Gobierno Nacional, a partir de incentivos fiscales. YPF analiza la posibilidad de construir una nueva refinería de petróleo, del orden de 180.000 / 200.000 barriles diarios, con una inversión de US$ 7000 millones, pero en las actuales circunstancias de mercado, dicho proyecto es de difícil concreción y plantea un problema importante de oportunidad en la asignación de recursos escasos, según informó Petroenergía, según informó Claudio Molina, Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno
No es menos importante reconocer que a pesar de que Argentina contara con enormes recursos de petróleo y gas no convencionales, la puesta en valor de los mismos llevará más de cinco años en el mejor de los casos, y que requerirán inversiones de más de US$ 40.000 millones, asumiendo concomitantemente los importantes costos ambientales derivados de su explotación, por encima de la línea de base actual.
El impacto de la incorporación de biodiesel al gasoil comercializado en el país
A contramano de los diagnósticos oficiales, que preveían para este año una reactivación de la demanda de gasoil por una mejor temporada del sector agropecuario (afectado en 2012 por una prolongada sequía) y una aceleración de la actividad industrial, el consumo del combustible se mantuvo prácticamente invariante en el primer trimestre del año.
La demanda experimentó un incremento de sólo el 0,3% con respecto al mismo período de 2012, según datos de la Secretaría de Energía. En tanto que el consumo de marzo de gasoil, que representa las dos terceras partes del mercado total de combustibles, registró un caída interanual del 2,5%, probablemente por la proliferación de feriados.