A última hora de ayer, las principales cadenas de supermercados continuaban negociando entre ellas para completar la lista de 500 productos de primera necesidad que seguirán con sus precios congelados .

Si bien el compromiso original era enviar ayer el listado a la Secretaría de Comercio Interior, el acuerdo entre empresas que estaban acostumbradas a competir por ver cuál tenía la oferta más agresiva no se presenta tan fácil como esperaba Guillermo Moreno, y hasta ahora no pudieron alcanzar un consenso definitivo.

La confección de la lista de 500 artículos de alimentos, bebidas, tocador y limpieza es el paso clave para que entre en vigencia la segunda etapa del plan de congelamiento de precios que impulsa el Gobierno y que a partir del 1° de junio sólo regirá para los productos acordados entre Moreno y las cadenas nucleadas en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU).

Las dificultades no se terminan con el consenso entre los supermercados, ya que una vez alcanzado este punto el listado deberá obtener la aprobación del secretario de Comercio Interior.

"Sabemos que no va a ser fácil y seguramente nos va a exigir que incluyamos más marcas líderes", admitió a LA NACION el director de una de las cadenas líderes.

Como reconoció el supermercadista, el principal escollo para alcanzar el acuerdo pasa por la cantidad de primeras marcas que integrarán la lista de productos congelados y, en particular, cuáles serán los cortes de carne.

El punto que en cambio ya está definido es que los 500 artículos no tendrán un precio único en todas las cadenas, sino que el compromiso será que cada supermercado mantenga el valor que tenía al 1° de febrero, es decir, cuando se inició el congelamiento.

En principio, estos precios se mantendrían sin cambios hasta fines de agosto, aunque en el sector no descartan que se terminen extendiendo hasta las elecciones de octubre.

Una vez que la canasta esté definida por las cadenas y aprobada por las autoridades, se iniciará el descongelamiento del resto de los productos que venden los supermercados.

"La idea es que el 1° de junio comiencen a llegar a las góndolas los aumentos de precios que en las últimas semanas empezó a otorgar la Secretaría", explicó una fuente del sector supermercadista.

La lista de empresas que ya recibieron el visto bueno de Moreno para avanzar con un aumento de precios incluye desde multinacionales como Coca-Cola y Unilever hasta compañías nacionales como La Virginia y Paladini. En todos los casos, el funcionario sigue trabajando con su esquema de incrementos escalonados a partir de la identificación de los productos y marcas de cada empresa en tres categorías: masivos, selectivos y premium.

Ganar tiempo

Como ya adelantó en los encuentros que mantuvo con los empresarios del sector, con la continuidad del congelamiento de precios, pero circunscripto a un número reducido de artículos de primera necesidad, el principal objetivo que persigue Moreno es ganar tiempo.

El funcionario confía en que mantener los precios congelados servirá para sostener el consumo hasta que los trabajadores de los principales gremios empiecen a recibir los aumentos de salarios acordados en las retrasadas negociaciones paritarias.

El panorama entre los grandes supermercados ya es bastante preocupante.

De acuerdo con el relevamiento que realiza la consultora CCR, la combinación de desaceleración de la actividad económica y prohibición para que las grandes cadenas de supermercados hagan publicidad en los diarios provocó que las ventas de alimentos y bebidas en el llamado canal moderno (súper, hipermercados y tiendas de proximidad) cerrarán abril con una caída en volumen del 4 por ciento.

Los más afectados son los hipermercados, que en promedio sufrieron una inédita caída del 18,2% en sus ventas.