La compleja situación cambiaria y los altos niveles de inflación a la que se hace frente en la Argentina llevaron a los productores de soja a guardar los granos. La cosecha avanza sin mayores inconvenientes, aunque esto no se refleja en la venta de los granos.
De acuerdo con lo consignado por un cable de la agencia de noticias Reuters, como los empresarios del sector cobran en pesos los granos que venden a los exportadores, en muchos casos prefieren guardar la soja, que está atada a precios internacionales, para resguardarse de la elevada inflación del país.
En el pasado, muchos productores adquirían dólares para no perder poder de compra, pero las actuales trabas que el Gobierno dispuso a la compra de divisas vuelve imposible esa operación.
Así, mientras los mercados internacionales esperan ansiosos la soja argentina, los chacareros se están desprendiendo de sus granos sólo en la medida en que deben pagar deudas o financiar gastos. Según un trabajo de la Bolsa de Comercio de Rosario, los agricultores vendieron hasta el 10 de abril pasado sólo el 26% de su cosecha, por debajo del 48% que habían vendido el año pasado para esta misma fecha, y del 38% que se vendió en promedio en los últimos cinco años.
En función de las expectativas de cosecha actuales, de 48 millones de toneladas, las ventas de soja alcanzan las 12,5 millones de toneladas, contra las 19,2 millones que se habrían vendido a abril del año pasado, con una producción que no superó las 40 millones de toneladas. Es decir que, en términos absolutos, aún con una producción mayor, los productores vendieron 35% menos soja que el año pasado.
Vamos a guardar la soja, uno siempre tiene expectativas alcistas de precios, dijo a Reuters José Plazibat, socio de las firmas Bandurria y Plazibat Hermanos, que en conjunto explotan más de 3.000 hectáreas en Chacabuco, provincia de Buenos Aires.
Hasta el 19 de abril pasado, las firmas agroexportadoras liquidaron divisas que usan para comprar los granos que luego son exportados por u$s 5.821 millones, por debajo de los u$s 6.244 millones liquidados hasta el 20 de abril del 2012, de acuerdo con datos de la cámara Ciara-Cec.
Como el grueso de los gastos de los agricultores llegará con el nuevo ciclo agrícola 2013/14, que comenzará en mayo con el trigo, y seguirá en agosto con la siembra de maíz y luego con la de soja, las ventas de soja podrían continuar a un ritmo lento durante los próximos meses.
Mientras tanto, los productores aprovechan el clima seco para avanzar rápidamente con la cosecha de soja y maíz en la Argentina.
Luego de las lluvias excesivas de fines de 2012 y de la sequía que golpeó a los cultivos a comienzos de este año, el Gobierno y privados vislumbran una cosecha inferior a la prevista.
Estamos mejor que el año pasado, cuando una sequía dejó una magra producción de soja, pero no es la cosecha que esperábamos, afirmó Plazibat.
De acuerdo con los últimos datos oficiales, la recolección de la soja alcanzó el 38% de los 19,1 millones de hectáreas sembradas, contra el 43% del área cosechable de los 4,6 millones de hectáreas del maíz.