Sin embargo todo esto funcionará relativamente bien, si los rindes en EEUU llegan a la proyección tendencial, lo cual requiere un clima ideal en EEUU. Allí comienzan los problemas que el mercado incorporó esta semana.

El rinde de maíz y soja en EEUU depende por un lado de una siembra temprana, que aleje la floración del verano, esta debería realizarse en abril/mayo; y luego de la disponibilidad de humedad al momento de la floración y el llenado de granos que se produce en julio/agosto.

En cuanto a la siembra, normalmente el problema es el exceso de humedad. En esta campaña en particular los suelos norteamericanos llegan con una seca importante en el noroeste, situación que arrastran desde la seca del 2012. EL hecho de entrar con perfiles vacíos de humedad hacen que las lluvias de primavera no generarían anegamientos y demoras en la implantación, ya que los mismos secarían rápidamente.

Tomados de esto pensábamos en una siembra ágil y en mercados que seguirían débiles.

Sin embargo el problema no fue tanto los excesos de lluvia. Si bien en los últimos 15 días viene lloviendo, los aportes no son excesivos, y los suelos no están anegados. El problema han sido las bajas temperaturas que impidieron la siembra de maíz y soja. Al inicio no nos mostrábamos preocupados por esto, porque hay tiempo hasta mediados de mayo para sembrar sin mayores inconvenientes. Pero ya estamos finalizando abril, y la situación se sostiene.

El efecto de la siembra tardía pasa por dos lugares. El primero ya comentado, es que se hace más difícil llegar a los rindes tendenciales. El segundo es que la mercadería nueva llegaría más tarde de lo esperado al mercado. Esto hace que la situación ajustada de oferta y demanda se prolongue temporalmente. Los primeros lotes en EEUU deberían ingresar en agosto/septiembre. De la mano de este problema lo harían mucho más tarde. Con esto en vista los operadores comenzaron a operar el “spread” es decir la diferencia entre los precios de las posiciones de cosecha vieja y las de cosecha nueva. Por eso esta semana subieron mucho más los precios de las primeras posiciones que las de las más largas. Además de esto con especuladores que estaban casi neutros en soja y vendidos en maíz, despertó interés comprador. El resultado fueron las fuertes subas de esta semana.

Sin embargo el pronóstico comenzó a cambiar el viernes, se espera ahora clima más seco, pero con temperaturas que seguirían bajas. Sin embargo el cambio en el patrón climático despierta le expectativa de que la siembra pueda avanzar de aquí en adelante. Esto permitiría descomprimir un poco la situación, pero ya se viene sembrando con unas dos semanas de atraso.

En medio de todo esto las exportaciones de EEUU siguen siendo activas, lo que hace pensar que la oferta sudamericana sigue con demoras para llegar al mercado, forzando a los compradores a buscar la oferta en un país en donde el saldo exportable está prácticamente agotado. Esto lleva al contrasentido de que Norteamérica estaría utilizando para exportar maíz y soja que más adelante podría necesitar para el consumo interno, con lo que no sería raro que este año deba terminar importando fuertemente estos granos.

En tanto el trigo también se ve afectado por el clima frío. En EEUU el trigo de invierno salió de la etapa donde permanecen en hibernación cubiertos de nieve, y ahora pasan a la etapa donde retoman el desarrollo. Lo hicieron en condiciones muy pobres. Sólo 36% de los cultivos están en condiciones buenas a excelentes. Pero además el fuerte frío que está haciendo toma a los cultivos sin la nieve protectora y los está afectando. Es difícil estimar el efecto de estas heladas rápidamente, se verá esto más claro cunado avance la campaña y los cultivos muestren el impacto en mejor medida.

Por otro lado también Europa y la ex URSS están con problemas similares. Lo que sucede es que es muy difícil pronosticar el impacto final de esta situación, especialmente contando en el caso de Europa del Este con poca información fidedigna y sistematizada. Pero esto terminará definiendo la suerte del trigo a futuro.

Pasando al frente local, el clima seco de las últimas semanas permitió que se trillara activamente soja. Esto porque como ocurre tradicionalmente el productor le da prioridad a la soja que en caso de no ser trillada puede tener pérdidas de rinde importante. El maíz soporta mejor una demora en la cosecha.. Esto llevó a que al momento deberíamos estar en un 40% de avance de cosecha de soja, con una de maíz en torno al 12%.

En cuanto a los rindes, comenzaron siendo muy buenos. Superiores incluso a los esperados. Pero ahora se está avanzando en la trilla de los lotes que se debieron sembrar demorados por exceso de humedad en la implantación, y que luego sufrieron fuertemente por la seca de enero y principios de febrero. Por ello no parece lógico subir las estimaciones de producción por los buenos rindes iniciales. De allí que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires sostenga una producción de 48,5 mill.tt. de soja y de 25 mill.tt. de maíz. Sin embargo el Ministerio de Agricultura trabaja con estimaciones de 51,6 mill.tt. de soja y casi 27 mill.tt. de maíz. Con el avance de la trilla terminaremos viendo realmente cuanto es la producción. Lo cierto es que a nivel mundial los ajustes que deberían hacerse para llegar a los niveles que esgrimen los privados no causarán grandes cambios en la matriz de oferta y demanda mundial, por lo que esto no es tan relevante.

Por otro lado, la comercialización de soja venía muy atrasada, pero con la suba de precios de esta semana las ventas se activaron. Lamentablemente no disponemos de datos tan actualizados como para cuantificar esto, pero por lo operado en los mercados diariamente, podemos pensar que se ha avanzado fuertemente. Eso calmará la presión del gobierno Argentino porque entren divisas y se recaude derechos de exportación, al tiempo que a los productores les permitirá cubrir sus deudas con ventas a buenos precios.

Esto permitirá que de aquí para adelante se pueda hacer una mejor retención de granos, ya que las deudas pasarán a estar cubiertas por las ventas que se están practicando al momento. Por ello nos veremos en un contexto de junio a noviembre más firme que el actual, y como la llegada de la oferta norteamericana se demora, con más razón.

Esto nos lleva a recomendar aprovechar los precios actuales para cubrir deudas como de hecho se está haciendo, aprovechando una coyuntura totalmente favorable e inesperada para hacerlo, y esperar por el resto a vender más adelante, poniendo un piso en torno a 320 U$S/tt noviembre con techos de 360 U$S/tt, cobertura que costaría poco o nada y permitiría esperar con una buena red de contención lo que pueda darse más adelante.

En cuanto a trigo, los precios del cereal para la cosecha nueva no estusiasma. Pero estarían bastante por debajo de la paridad teórica. Esta semana el Ministerio de Agricultura, por medio de la Dirección de Mercados Agroalimentarios comenzó a publicar el precio FOB oficial de trigo nuevo, en torno a los 300 U$S/tt. Esto generaría un FAS teórico de unos 219 U$S/tt, cuando en el mercado se están pagando unos 188 U$S/tt por la mercadería. Lo cierto es que aún quedándose los exportadores con un margen importante, podrían trasladar valores cercanos a los 200 U$S/tt sin mayores problemas, situación que haría del trigo un proyecto de inversión interesante. Con el gobierno presionando para que se siembra más trigo, esta situación parece insostenible. Por otro lado si como dijimos realmente se termina cristalizando un problema productivo en EEUU y en Europa del Este, pasaremos a ver precios muy interesantes de trigo.