La incertidumbre cambiaria para muchos es garantía de una retención récord de granos por parte de los productores argentinos este año. Pero mientras comienza a entrar la llamada cosecha gruesa de maíz y soja analistas locales e internacionales no anticipa este efecto.

Es que buena parte de los productores tiene su cosecha comprometida a pagar deudas contraídas para sembrar, además de gastos de cosecha, es decir que tiene que liquidar gran cantidad de granos apenas los recolecte.

Según una encuesta interna de los productores de la asociación CREA, cerca del 46% de la cosecha está comprometida. Datos de un informe del ex dirigente rural y especialista Néstor Roulet llevan ese valor, inclusive, diez puntos por encima, al 56 por ciento.

Un analista de la consultora Macquarie, basada en Londres, reportó, por su parte, que con una producción de 24,9 millones de toneladas de maíz y una cosecha de soja que puede llegar a las 49,5 millones de toneladas, las restricciones financieras que enfrentan los productores de soja argentinos pueden convertirlos en vendedores agresivos durante la cosecha, presionando los precios (a la baja), aseguró.

Su proyección de cosecha nacional de soja, inclusive, es demasiado optimista en función de las correcciones de distintas entidades privadas.

La última estimación de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires da cuenta de una cosecha potencial de 48,5 millones de toneladas. En paralelo, la Bolsa de Comercio de Rosario ajusta ese valor en 48 millones de toneladas, mientras que, consultados por este diario, analistas privados inclusive ponen en duda que se llegue a ese umbral.

La noticia de la necesidad de los productores es un buen dato para el gobierno nacional, embarcado en el seguimiento de los agro-dólares que le ayuden a contener la suba del mercado informal sin desfinanciar las arcas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Para lograrlo, no bastaron sólo las fiscalizaciones de la AFIP a productores para constatar que las tenencias coincidan con los granos declarados, sino que la secretaría que comanda Guillermo Moreno sigue de cerca y seguirá cada vez más en los próximos meses los movimientos del sector exportador.