Luego de un tiempo, la alternativa de un tipo de cambio desdoblado o múltiple aparece como la solución mágica.

Los tipos de cambio diferentes suelen ser los siguientes:

Tipo de cambio comercial. Al que venden sus dólares los exportadores al Banco Central y al que compran los importadores. Normalmente suele ser el más barato de todos. Hoy sería el oficial a 5,04.

Tipo de cambio financiero. Este es el precio del dólar al que compran los que tienen que pagar una deuda en el exterior, empresas que quieren enviar dividendos, o quienes deseen transferir plata al exterior a un familiar, etc.

Tipo de cambio turístico. Es el valor del dólar que se compra si se desea viajar al exterior. Con él se cotizan los pasajes, paquetes turísticos, que compren los argentinos que deseen viajar al exterior.

También los turistas que ingresan al país lo pueden comprar. Normalmente es el tipo de cambio más elevado.

Vale la pena aclarar que de existir varios tipos de cambio, si el precio de los tres continúan controlados y las cantidades vendidas están limitadas, no impedirá que siga existiendo el dólar paralelo.

Cómo funciona un tipo de cambio múltiple

Supongamos que una empresa exportadora vende su mercadería al exterior y cuando cobra le giran la plata a la Argentina. Los dólares que llegan al Banco Central se los cambian al tipo de cambio comercial. Si exporta por u$s 10.000 y el tipo de cambio comercial está a 5 pesos, cobraría $50.000.

Cuando cobra esos 50.000 pesos, paga sus costos, pero tiene que enviar plata al exterior para cancelar una deuda. Para ello va al banco a comprar u$s 1.000 y entonces tiene que pagar $ 7.000, porque el dólar financiero está a $ 7.

¿Quién se queda con la diferencia? Fácil, el BCRA.

¿Qué se pretendería lograr con eso?

Supongamos que se trata de una empresa automotriz que exportó autos por u$s 1 millón y cuando ese millón ingresa al país se convierte en $5 millones. Si le quedaran ganancias por $500.000, una parte lo debería transferir a su casa matriz, para lo cual debería comprarlos a $7 por dólar, perdiendo un 40% por cada peso de utilidades giradas.

Por lo tanto la empresa evaluaría si le conviene transferir dinero al exterior, o reinviertir su ganancia en el país. Esto en el corto plazo puede pasar, pero en el mediano plazo se vuelve en contra, porque muy difícilmente ingrese inversión a sabiendas de que luego sería muy caro hacer uso de su rentabilidad.

El dólar turístico -con mayor probabilidad de implementación- alcanzaría a todo pasaje y paquete turístico. Ese nuevo tipo de cambio, digamos a $ 7,50 encarecería los viajes al exterior. Si un pasaje de u$s 1.000 cuesta $5.040, saldría $7.500. No implicaría liberar la moneda, sino aumentar su precio.

Tendría como ventaja que los dólares de los turistas entren al mercado oficial. Así por ejemplo un turista brasileño en lugar de hacer un gasto en efectivo como lo realiza hoy, lo podría hacer con tarjeta al nuevo tipo de cambio y esos dólares irían al BCRA.

Por lo tanto esa pareciera ser una clara ventaja. Las tarifas en pesos de los hoteles con ese nuevo tipo de cambio serían más baratas en reales o en dólares, incentivando al turismo extranjero.

Las contras

En cuanto se pone un tipo de cambio oficial más elevado, la devaluación en esa proporción está legitimada. Es decir, todos los que exportan, automáticamente van a pedir ese tipo de cambio para todo. ¿Por qué un hotel de Buenos Aires vendería su habitación a un dólar a $7,50 y un productor de manzana vendería a $5,04? Es decir crearía un reclamo generalizado de los exportadores pidiendo igualdad de tratamiento.

Las exportaciones se demorarían todo lo que fuera posible, esperando la unificación de un tipo de cambio más favorable; con ello, las expectativas de devaluación se generalizarían y los nuevos precios se formarían tomando en cuenta el nuevo valor del dólar más alto. Muchas instancias judiciales se abrirían y aquellos que se encontraran renegociando deudas en dólares, ahora tendrían otro tipo de cambio con el cual hacer un reclamo.

Dólar financiero y deudas provinciales o de YPF

Muchas provincias, e incluso empresas como YPF, se han endeudado en un bono denominado dollar linked. El solo hecho de que aparezca un tipo de cambio financiero, implicaría que estas deudas deberían liquidarse al nuevo tipo de cambio financiero o al comercial. Situación que solo lograría generar conflictos legales que paralizarían este tipo de instrumentos financieros y otros por venir.

Este desdoblamiento confirmaría la convicción de que el dólar en el tiempo se va a devaluar aún más, lo que incrementará la demanda.

El tiempo

Como los tipos de cambios que se crearían, seguirían siendo controlados, qué pasaría con la tendencia del dólar a lo largo del tiempo. ¿Subirían de la mano? Si el dólar comercial subiera un 10%, el financiero y el turístico también lo harían un 10% o quizás un 15%. Si la inflación sigue elevada, en 6 meses tendríamos los mismos problemas que hoy. Un tipo de cambio múltiple genera ganancias de corto plazo al BCRA, pero termina empujando la inflación y poniendo más presión sobre el tipo de cambio futuro.

El impacto que tendría en las expectativas de devaluación en la población y los problemas en el mercado financiero (riesgos de default en bonos dollar link, por ejemplo) harían que la medida sea rápidamente cuestionada, generando aún más problemas que soluciones.