Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) expresó que la política "de presión sobre la logística en los puertos podría repercutir en los precios que reciben los productores". En tanto, Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), dijo que las contraverificaciones en las cargas "van a disminuir los negocios".

El problema comenzó hace poco más de un mes, cuando la Aduana comenzó a controlar las cargas de los buques por cada permiso de embarque en forma manual. Antes se hacía utilizando balanzas electrónicas aprobadas por el INTI, por todo el barco completo y en forma aleatoria. El nuevo procedimiento provoca, según los exportadores, demoras de más de un día en la exportación, por lo que se incrementan los costos de las operaciones. El alquiler de un buque granelero cuesta entre US$ 25.000 y US$ 30.000. Además, los exportadores afirman que se han incrementado los controles por estupefacientes y no se renuevan los permisos de operación de los puertos.

Aunque no lo dicen públicamente, los operadores creen que esta batería de controles de la Aduana responde a una disputa judicial que mantienen con la AFIP, que controla el organismo aduanero, por la liquidación del pago de retenciones de 2007, cuando se incrementaron, y por operaciones de ventas de granos que el ente recaudador cree que fueron subfacturadas para evadir el impuesto a las ganancias.

CRA, en un comunicado, hizo referencia a este conflicto y expresó que las demoras logísticas harán que los productores asuman "los costos de una disputa de índole judicial que les es ajena". Ambrosetti, a su vez, dijo que hay "mucha preocupación por el exceso de controles".

Entre los exportadores circula un documento que les pone cifras a estas demoras. Afirma que "durante la segunda quincena de octubre, de los 143 buques que recalaron parara embarcar granos y productos agroindustriales, 77 navíos (54%) sufrieron demoras por diversas causas de 17,2 horas promedio, lo que produjo una acumulación total de 1324,4 horas de atrasos con la pérdida consecuente por mayores costos". Esto significó, según los exportadores, que 1,9 millones de toneladas de granos no se embarcaran.

Fuentes de la actividad que pidieron no ser mencionadas advirtieron que si las demoras a las cargas continúan la situación podría agravarse dentro de 20 días, cuando comience la cosecha de trigo y esté completada la de cebada. "No estamos en contra de los controles, obviamente, pero sí de estas maniobras, que harán que los puertos de la Argentina vuelvan a ser considerados sucios [en los que se pagan costos extras por la ineficiencia]", dijo un ejecutivo. Esto era lo que sucedía hasta antes de principios de la década del 90, cuando se permitió la instalación de puertos privados, lo que abrió una ola de inversiones de la industria oleaginosa que instaló sus plantas de procesamiento de soja y girasol a la vera del río Paraná, próximas a Rosario. Eso, junto con el dragado y balizamiento del Paraná, hizo bajar el costo de los fletes sustancialmente y mejoró el precio pagado al productor. Por los puertos ubicados al norte y al sur de Rosario, en un corredor de 100 kilómetros, se embarca el 80 por ciento de los granos, el aceite, la harina y los pellets que exporta la Argentina además de la totalidad del biodiésel.

Los exportadores dicen que tienen la "fortuna" de que las contraverificaciones no se hayan hecho en el pico de la cosecha gruesa. "Si esto sigue, en abril del año que viene va a ser un caos, porque habrá demoras de camiones y se paralizarán los puertos", advirtió una fuente del sector.

Otro problema que consignan los exportadores es que hay al menos cuatro puertos de la región del Paraná que tienen autorización provisoria para operar, pese a que hace bastante tiempo aguardan el decreto de permiso definitivo. Tres de ellos recibieron autorizaciones de sólo 30 días luego de haberse presentado en la Justicia. Además, las empresas que fueron expulsadas del registro de operaciones de granos, como Bunge, tuvieron inconvenientes para operar. La Aduana no hizo comentarios sobre este tema.

LOS NÚMEROS DEL RETRASO

77

Perjudicados

Fueron los buques que padecieron demoras en los puertos por las contraverificaciones en la segunda quincena de octubre

54%

Exportadores

Son los barcos demorados por los controles

17,2

Horas promedio

Es lo que demandaron las inspecciones de la Aduana

1,9

Millones

Son las toneladas de granos y subproductos que no pudieron embarcarse en tiempo y forma

25.000

Dólares

Es el costo diario de alquiler de un buque