En estas sociedades, se supone que si uno tiene es porque se lo sacó a otro. Es decir, la riqueza de uno tiene como consecuencia (y causa) la pobreza de otro. Son sociedades de suma cero. Es imposible en estas sociedades pensar que si una persona es rica es porque genera riqueza que a la vez genera empleos que les permite vivir a otros mejor, que paga impuestos que permite al estado financiar la educación pública, la salud, etc.
Es imposible pensar en escenarios ganador - ganador, es decir que la persona que tiene riqueza es porque creó valor, y no porque lo robó. Por supuesto, si pensamos en Steve Jobs, hasta su muerte una de las personas más ricas del planeta, no pensamos que le robó a alguien su fortuna, sino que inventó, creó bienes y servicios que nos cambiaron la vida y que generaron miles de puestos de trabajo en EE.UU., China y el resto del mundo.
En Argentina en estos tiempos insinuar una defensa de las personas que tienen plata es lo menos políticamente correcto que te puede suceder, a pesar de que la presidente de la Nación es una persona rica y que la aspiración de la mayoría de los argentinos que estudian, trabajan y generan riqueza es ganar plata.
Lo mismo que tiene cada uno de los que están leyendo esta columna en este momento. Quieren poder ganar más plata para poder tener una casa mejor, un auto mejor, un viaje y si tienen una empresa, espero que quieran ganar más plata para hacerla más grande, ganar más mercado, tener más empleados, invertir más y crear más riqueza.
Supongamos lo contrario: que tenemos empresarios que cada vez quieren ganar
menos, que no quieren tener ganancias y que reparten a todos sus empleados todo
lo que generan.
¿Quién invierte? ¿Cómo se amplia la riqueza?
A esta altura del partido, más allá de que para muchos podré ser leído como un neoliberal recalcitrante, quiero mostrar dos cosas:
- La primera es que la riqueza no se genera por ósmosis, sino que es consecuencia de personas trabajando, invirtiendo, estudiando mercados, incrementando la productividad, inventando y renovando productos. Y todo eso se hace si se tiene por objetivo ganar dinero. Nada se hace gratis, ni siquiera la función pública es gratuita.
- La segunda es que hacer funcionar eficientemente instituciones que permitan la igualdad de oportunidades y garanticen la mejor distribución del ingreso, es la principal responsabilidad del Estado. Para eso recauda impuestos y genera planes sociales.
¿Más recursos significa más eficiencia?
El gobierno nacional este año recaudará cerca de 670.000 millones de pesos. Es decir 150.000 millones de dólares al tipo de cambio promedio oficial. Es decir 12 veces más que el ingreso nacional de las 1.000 familias más importante que listó en su nota Marcelo Zlotogwiazda el viernes último.
Lo más interesante es que el Estado nacional ha incrementado su recaudación de una manera fenomenal. En el año 2003 la recaudación en pesos fue de 75.000 millones de pesos, 9 veces menos que ahora, y medido en dólares tomando un promedio de 2,94 pesos por dólar el Estado recaudaba solo 25.000 millones.
Por lo tanto el nuevo rico es el Estado Nacional, que hace solo 9 años recaudaba u$s 25.000 millones y ahora u$s150.000 millones es decir u$s125.000 millones más por año.
La pregunta pendiente en lugar de estar buscando como caza de brujas si se les puede sacar algo más de plata a los ricos, a la clase media y a los trabajadores con la cuarta categoría está vinculada a los resultados logrados por el nuevo gran rico de la Argentina que es el Estado Nacional y el eficiente cumplimiento de sus funciones.
La riqueza de la Nación depende del trabajo cotidiano de empresarios y trabajadores.
Crean riqueza todos los días y hoy todos pagan sus impuestos al nuevo gran rico. Sería interesante ver qué hace con tantos recursos el Estado y cuál es el impacto que logra en el otorgamiento de la igualdad de oportunidades y distribución del ingreso.