Las pymes de biodiésel, que entraron en problemas tras la decisión del Gobierno de modificar el precio interno para su producto, decidieron pedirle directamente ayuda a la presidenta Cristina Kirchner luego de haber negociado con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, una salida a la crisis.

Hace diez días, la Cámara de Empresas Pymes de Energía y Biocombustibles (Cepeb), integrada por una veintena de firmas que venden su producto a las petroleras para que lo corten al 7% con gasoil, le enviaron una carta a la Presidenta donde le plantean con total crudeza que se encuentran en una situación "desesperante" y que el cambio de política para el sector los "excluyó". Las pymes ocupan a unas 2500 personas y venían proveyendo el 50% de la oferta local de este biocombustible.

Por esta situación, dicen, le piden a la jefa del Estado que haya "dos precios" o "un sistema de compensación" para ellas. "Señora Presidenta, la realidad es contundente y habla por sí misma, el cambio de la política de precios para el biodiésel del mercado interno nos excluyó, mientras que el beneficio para el Estado fue mínimo, para el consumidor fue nulo, ya que el precio en el surtidor no disminuyó", le expresa la entidad.

En agosto pasado, el Gobierno bajó el precio interno del biodiésel de $5195 la tonelada a $ 4405,3. La medida tendía a favorecer a YPF para que pudiera comprar este biocombustible más barato. Esa movida fue impulsada por Kicillof.

Luego de la queja del sector y la advertencia por el cierre de plantas, que en algunos casos se concretaron con procedimientos preventivos de crisis, a principios de octubre el Gobierno dio marcha atrás con la publicación de un nuevo precio, de 4661 pesos la tonelada. Sin embargo, los empresarios esperaban un valor de $ 5100/5200.

PREOCUPACIÓN

En la carta, las pymes le señalan que ese valor se encuentra "muy por debajo" de sus costos para elaborar el biodiésel, cuya materia es el aceite de soja. En este contexto, las pymes le remarcan a la Presidenta que tienen costos diferentes -más elevados- a los de las grandes empresas y que por ello se deberían aplicar "dos precios de percepción, o de un sistema de compensación, que contemple las distintas estructuras de costos".

Además de Kicillof, las pymes estuvieron negociando con Moreno. Este último funcionario les expresó que no iba a haber dos precios tal cual ellas se lo habían solicitado. En una reunión, además, el funcionario habría culpado a las pymes de no saber hacer una planilla de costos. La ley 26.093, de 2006, promueve el desarrollo del biodiésel con énfasis en las pymes. Aunque no mencionan ni a Kicillof ni a Moreno, que desplazaron al ministro Julio De Vido de los temas energéticos, en la carta las pymes parecieran referirse a ellos.

"En las últimas reuniones que hemos mantenido con los nuevos funcionarios involucrados nos han manifestado claramente no estar de acuerdo no sólo con las formas de la ley, sino tampoco con el fondo de la misma, y ésta es nuestra principal preocupación", sostienen.

Según trascendió, a las pymes no les fue fácil concretar la carta. Tuvieron un debate con idas y venidas sobre si convenía enviar la carta e incluir o no referencias a funcionarios. El mismo presidente de Cepeb, José Luis Martínez Justo, habría puesto algunos reparos a la carta. En rigor, quien la firmó es el vice, Federico Pucciariello .