En el marco de las últimas semanas que tiene el sector aceitunero para cosechar aceitunas para aceite, las empresas admiten que la situación de parálisis para exportar a Brasil tiene como consecuencia contratos de empleados temporarios interrumpidos e incluso hasta un 50% del personal permanente suspendido.

El 5 de julio, apenas una semana después de que se anunciara la normalización del ingreso de productos olivícolas a Brasil durante la Cumbre del Mercosur en Mendoza, la industria volvió a denunciar problemas para acceder a ese mercado por efecto de las licencias no automáticas de 60 días, según informó el portal “Losandes.com.ar”

Como lo explica Ángel Cabrera, directivo de Asolmen (Asociación Olivícola de Mendoza) "seguramente se va a determinar alguna acción, porque más allá de que Brasil liberó las licencias pendientes para la mercadería que no había ingresado hasta entonces, desde ahí todo se trabó de nuevo".

En cuanto a Agroaceitunera, en Aimogasta suspendió a 500 empleados a principios de julio. En Mendoza, un caso paradigmático es el de una empresa radicada en Rodeo de la Cruz: esta temporada prescindió a través del retiro voluntario de la mayoría de sus casi 50 empleados, de los cuales sólo mantiene un grupo reducido. 

Algunas firmas, sobre todo pymes, subsisten con lo que tienen a mano como la fábrica de aceitunas en conserva Caminos del Inca, que después de cosechar casi un tercio de la producción de 2011 y de una caída del 30% en las ventas, para mantener su ya reducido personal recurrió a prestar el servicio de mecanizado a terceros. 

Cabe destacar que, de acuerdo a estimaciones del sector, este año la generación de empleo fue un 20% de la demanda de otras temporadas, al tiempo que hasta 6 de cada 10 empleados permanentes ya fue suspendido.

En una reciente reunión con la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en Buenos Aires, dirigentes de las cámaras regionales provinciales plantearon 5 medidas: reducción de costos de fletes y combustibles; la suspensión temporaria de retenciones (del 5%); reintegro de exportación no menor al 25%; crédito fiscal de IVA para pago de aportes patronales y la incorporación de los olivícolas a la nómina de productos sensibles del Mercosur.