Ayer, los dirigentes de las cuatro entidades que conforman la Mesa de Enlace aseguraron que podrían decidir el cese de la comercialización si el miércoles 12, cuando fueron citados a una reunión con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, no obtienen una respuesta a sus dos reclamos: la derogación de los cupos de exportación y la eliminación del sistema de ROEs a la exportación , “en forma inmediata”.

“El campo pide que dejen de ganar las multinacionales y los molinos harineros. El acuerdo (del secretario de Comercio, Guillermo) Moreno-Cargill recuerda al pacto Roca-Runciman”, disparó el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi.

“Hay abuso de posición dominante y $ 2.500 millones de los productores se los están quedando los molinos y los exportadores”, completó Mario Llambías, de CRA.

De la conferencia de prensa realizada en la sede de esta entidad, también participaron Carlos Garetto (Coninagro) y Hugo Biolcatti (SRA). Aseguraron que pasaron 54 días sin que Domínguez les diera la audiencia pedida, y que la concedió a pocas horas de que se reunieran ayer para discutir medidas de protesta. Así, aceptaron el impasse. “El ministro nos convoca en una semana, la jugada es obvia . Pero no vamos a ir el 12 a explicar lo que ya saben”, advirtió Biolcati.

Los representantes del campo reclamaron que se permita exportar “para que haya competencia”.

Dijeron que los productores reciben $ 200 menos por tonelada mientras que las exportadoras que siempre ganaban de 2 a 4 dólares, hacen 40 o 50 por tonelada. Buzzi aclaró “que se quede tranquila la Presidenta, no va a faltar pan”. Según explicaron sobra trigo este año: el consumo interno es de 4 millones de toneladas y la cosecha es de 14,5 millones.