Un mes después de que China anunciara la reapertura de las importaciones de carne vacuna argentina, las declaraciones del ministro de Comercio de ese país auguran un rápido crecimiento de las ventas al gran mercado asiático.
Chen Deming dijo la semana pasada que China necesita aumentar sus reservas de carne, azúcar y otras materias primas el próximo año, según informó Reuters. Si a esto se suman los datos publicados hace algunos meses por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) que revelan que la producción de carne caerá 2% en China en 2011, el resultado no podría ser mejor para la Argentina, históricamente, uno de los principales exportadores de carne vacuna a nivel mundial.
Los pronósticos del USDA se completan con el dato de que la importación de carnes de China se incrementará 20% en 2011. Como la producción caerá a 5,45 millones de toneladas, las importaciones de carne crecerán a 30.000 toneladas, dijo la entidad.
En paralelo, los análisis de mediano y largo plazo indican que la tendencia se intensificará. Pan Chenjun, analista de Rabobank, señaló que la demanda de carne vacuna crecería a 7,4 millones de toneladas en 2015, un alza del 30% desde las 5,7 millones de toneladas de 2009.
Mientras China quiere mantenerse autosuficiente en materia de granos, los vacunos son los que más alimentos de este tipo consumen, inclusive, por encima del cerdo y del pollo. En paralelo, los altos costos de producir bovinos reducen la rentabilidad del negocio, por lo que los ganaderos chinos se desalientan, según explicó el investigador del Instituto de Economía Agrícola de la Academia China de Ciencias Agrícolas, Wang Jimin.
En el último mes, China no sólo reabrió la importación de carne argentina sino también la de los Estados Unidos, y planea hacer lo mismo con Canadá. Resta ver cuánto podrá aprovechar la Argentina, en momentos en que el ganado local escasea para cubrir la demanda interna. Referentes ganaderos argentinos anticiparon que las exportaciones a China serán de altísima calidad y de otros productos con baja demanda en el país. Con esto, quisieron eliminar la idea de competencia entre los mercados interno y externo. Tras la carne vacuna, la de cerdo podría seguir la tendencia. Se trata de la principal carne en la dieta de la enorme población del país. Guo Huiyong, analista de Beijing Agri-Business Consulting, dijo que 10.000 toneladas de importaciones de cerdo podrían reemplazar 40.000 toneladas de maíz importado.