El año no termina con números positivos para la industria frigorífica. Según un informe de la Asociación de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea) la exportación de carnes frescas cayó un 60 por ciento en los primeros once meses del año respecto del mismo período de 2009.
Sobre la base de datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) el año pasado se enviaron 335.258 toneladas al exterior, mientras que en 2010 se exportaron apenas 133.188 toneladas.
En divisas, la caída en el período fue del 43 por ciento, ya que el año pasado las ventas superaron los 1200 millones de dólares y entre enero y noviembre de este año las exportaciones de carnes frescas llegaron a poco más de 690.000 dólares.
Sólo con la cuota Hilton se registró un aumento de los envíos, ya que crecieron un 14% en volumen y un 51% en valor. El motivo de esa diferencia es que, el año pasado, hubo un notorio incumplimiento de las exportaciones de esos cortes de alta calidad y precio que se destinan a la Unión Europea, por una demora en la instrumentación de la nueva reglamentación elaborada por la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca). En los primeros 11 meses de este año el cumplimiento de la cuota, que representa un negocio de 300 millones de dólares, es del 38 por ciento.
Otra brusca caída se registró en las exportaciones de carnes procesadas. Según los datos del Senasa, en volumen la baja fue del 29 por ciento, mientras que en divisas la caída fue del 14 por ciento. En 2009 se enviaron 33.601 toneladas por un valor de 119 millones de dólares, mientras que este año se vendieron 23.949 toneladas por 103 millones de dólares. Para los frigoríficos exportadores, 2010 fue "el peor año de trabajo de los últimos tiempos", según señaló el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC, en sus siglas en inglés) en un comunicado.
Motivos
Según la entidad, la situación que derivó en el estrangulamiento de los frigoríficos exportadores se originó en las retenciones, en el sistema de los Registros de Operaciones de Exportación (ROE), las ventas de cortes "a precios subsidiados para el consumo doméstico" y "el régimen vigente para la exportación" de cueros, por el cual se grava la exportación de los cueros sin curtir.
Además de las medidas del Gobierno, el aumento de hasta 130 por ciento en el precio de la hacienda en pie dificultó la ecuación económica de los frigoríficos. Según datos del sector, este año se cerraron 26 plantas frigoríficas y fueron cesanteados unos 10.000 trabajadores. El perjuicio alcanzó a las firmas brasileñas que en los últimos años se habían hecho fuertes en el país para conquistar el negocio de la carne. Una de ellas es JBS, que había adquirido Swift, y que su principal negocio -el de las carnes procesadas- padeció las consecuencias de las retenciones (15 por ciento) y el aumento del precio de la hacienda, por lo que debió poner en venta tres plantas.
Como dato de la pérdida de competitividad, el ABC informó que el precio del novillo en la Argentina supera los dos dólares, mientras que en los restantes países del Mercosur se sitúa entre 1 y 1,40 dólares.