Así, a los problemas productivos en la ex Unión Soviética (trigo, cebada y girasol) se sumaron los verificados y en trámite en los Estados Unidos (maíz y trigo nuevo, respectivamente). La última novedad son las pérdidas de calidad y cantidad que el exceso de lluvias están generando en la producción triguera de Australia.

Para completar el escenario, deben contemplarse las sequías parciales que afectan a naciones de Medio Oriente y a China. En semejante contexto, las dudas respecto de la continuidad del crecimiento del consumo de cereales y oleaginosas para la producción de biocombustibles en EE.UU. se vieron disipadas en la presente semana, con la decisión política del presidente estadounidense, Barack Obama, de mantener el subsidio al etanol (maíz) y restituir el correspondiente al biodiésel (aceite de soja) con carácter retroactivo.

Buenas señales

En definitiva, son muchas las señales que abonan un escenario de precios agrícolas muy firmes para el ciclo 2010/2011, toda vez que los niveles de reservas globales se han ajustado a niveles extremadamente peligrosos en lo que concierne a los granos forrajeros e incómodos en el caso del trigo. En soja, la "foto" es buena, pero la "película" es -al menos- de suspenso, con la amenaza productiva de La Niña sobre Sudamérica.

Así, la pregunta del millón se vincula con la magnitud del componente especulativo que contienen las actuales cotizaciones en Chicago como consecuencia del accionar de los fondos de inversión. Con una posición "comprada" en manos de estos actores del orden de los 90 millones de toneladas en maíz y 45 millones en soja, la pregunta es procedente. Máxime cuando se aproxima el cierre de balances.

En los últimos días, la plaza granaria ha operado asistiendo a una verdadera pulseada entre operadores comerciales que justifican su interés comprador en los fundamentos del mercado y la inevitable toma de ganancias de los "fondos".

Mientras tanto, la lectura que el productor argentino debe realizar de lo que sucede en el mercado internacional no es sencilla. En el caso de la soja, cubrir el 80/90 por ciento de la producción con ventas forward combinadas con la compra de puts es la consigna.

Para maíz, los "castigos inexplicables" respecto de la paridad FOB se han recortado sensiblemente en los últimos días y también pareciera prudente instrumentar coberturas con flexibilidad.

Otra historia

En trigo, en cambio, la historia es otra. Mientras el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, intenta explicar lo inexplicable, con argumentos y cifras que nadie puede convalidar, resulta claro que quien continúa mandando en la plaza triguera es el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y su particular visión del mercado.

Así, continúa la "farsa" y se consolida la "trampa mortal" tantas veces advertida desde esta columna, con valores muy alejados de cualquier paridad teórica de exportación. En semejante contexto, es muy importante reconocer que el tiempo juega a favor de los productores. En forma inmediata, la mezquina actitud de las autoridades a la hora de liberar exportaciones genera mayor oferta que demanda y ello se refleja en los precios.

Pero estamos frente a una cosecha más abundante que la prevista un par de meses atrás y ello garantiza un interesante saldo exportable poscosecha, que coincidirá con necesidades aún insatisfechas de Brasil allá por abril/mayo.

En ese momento, la ventaja arancelaria del trigo argentino por el conocido "efecto Mercosur" podrá manifestarse en toda su dimensión. Es altamente probable que el escenario de precios en aquel momento justifique la espera e incluso compense el costo de oportunidad y/o de financiamiento en que se incurra.

Enrique Erize
Para LA NACION
El autor es vicepresidente de Nóvitas SA