A partir de datos oficiales y tal como afirma el análisis semanal de la consultora Massot/Monteverde &Asoc., la recaudación de mayo constituyó un récord histórico, como suele ocurrir todos los años. “No debe extrañar si se considera que, tratándose del período mensual que concentra los principales vencimientos del año, las elevadas tasas de inflación que padecemos aseguraban un crecimiento interanual bien superior a 25 % interanual”.

Ese crecimiento asegurado supera incluso a la inflación ya que además del obvio aumento de la base imponible por los aumentos de precios, se añade en el mes de mayo el enorme impacto recaudatorio que genera la prohibición de ajustar los balances por inflación.

De hecho, la estrella de mayo fue el impuesto a las ganancias percibido por la DGI, que saltó 76,6 % gracias a castigar con impuestos supuestas ganancias que no son tales pues tan sólo cubren la depreciación de bienes de uso contabilizados a valor histórico.

Se destaca también en este mes el conjunto de impuestos percibidos por la Aduana.
“Este fuerte crecimiento estacional de los tributos y aranceles originados por el sector externo se debe a que en el segundo trimestre el gobierno aprovecha para abrir la canilla de la importación en coincidencia con la entrada de dólares de la cosecha”.

Por este motivo, se observaron saltos interanuales de 66,1 % en el IVA-DGA, de 55,5 % en las retenciones de Ganancias hechas por la Aduana, de 47 % en los derechos de exportación y de 43,5 % en los de importación.

Si observamos el comportamiento del impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios, su
aumento —30,2 %— es sólo un poco más elevado que la inflación interanual pese a la notable ayuda para este tributo que representó el crecimiento ya explicado de los pagos anuales de Ganancias-Sociedades. Y si examinamos la evolución del IVA-DGI —más representativo de la actividad económica en su conjunto y no influenciado por los vencimientos anuales de mayo— la suba fue de apenas 15,5 % lo que significa una clara caída en términos reales, apuntó el informe semanal.

Los aumentos en lo recolectado por otros impuestos, como Bienes Personales y aportes
patronales, obedecen no sólo al crecimiento de la base imponible sino a un incremento en la
presión impositiva por vía del rezago de los montos no imponibles o mayores alícuotas.

Fuente: Massot/Monteverde & Asoc.