Desde hace más de dos años en estas páginas venimos señalando, basados en los
informes que periódicamente publica la Cámara de la Industria Cárnica (CICCRA),
que la faena de hembras alcanza a cerca del 50% y alertando sobre la liquidación
de stocks que se viene produciendo
lenta pero inexorablemente.
Al analizar los datos elaborados por el Senasa referidos a las campañas de vacunación antiaftosa, se confirma y se cumple con rigurosidad el pronóstico dado a conocer por la CICCRA. Los datos de la primera campaña de vacunación 2008 (primer semestre) muestran que de las casi 905.000 cabezas menos que se vacunaron, 805.000 correspondían a hembras.
Estos números ratifican la hipótesis acerca del proceso de liquidación de hembras y, por lo tanto, de reducción de existencias vacunas.
Al respecto, el informe de la cámara aclara que no se tomó en cuenta la segunda campaña de vacunación, para aislar el efecto negativo que también tuvo la sequía sobre el stock vacuno durante el último año.
De allí que, sin margen de error, durante el 2008 salieron del sistema más de un millón de hembras, un dato realmente preocupante para la actividad.
Las vacas son la industria de la ganadería. Cuando un ganadero comienza a desprenderse en forma masiva de sus vientres significa que "tiró la toalla"; abrió una puerta para no volver.
El proceso actual de liquidación de vientres comenzó en el primer trimestre del 2006, luego del continuo avance regulatorio sobre la cadena de valor que se había iniciado a comienzos del 2005.
La duración e intensidad de este ciclo de liquidación no tiene comparación con ningún otro que se haya registrado.
Cuando se analiza la estadística de los primeros once meses del año pasado -última disponible oficialmente- se advierte que la participación de las hembras en la faena total se ubicó en cerca del 49%, con un total de 6,5 millones de cabezas.
Pero lo más importante -preocupante- de este aumento relativo se dio por el hecho de que la faena de hembras mostró un crecimiento interanual del 0,6% en un contexto en el cual la de machos se desplomó un 6% y la faena total cayó cerca del 2,5%.
"El aumento de la faena en el 2007 y el 2008 respecto de lo faenado en el 2006 es leído por los neófitos como un crecimiento sectorial, cuando en realidad es el primer indicio de que la liquidación de vientres está en marcha. El aumento de la producción de carne a pesar de la disminución del peso de faena a valores históricos ridículamente bajos (214 kilogramos) reconfirma la liquidación", advierte en uno de sus párrafos el informe del sector industrial.
La matanza de vacas y de vaquillonas, explica el informe de la cámara, es la que más creció entre las clasificaciones, alcanzando participaciones casi records para el período 1990-2008 y condicionando la sustentabilidad de la actividad ganadera y frigorífica a mediano plazo. En el primer caso, la faena creció un 6,2% interanual y en el segundo, un 5,4% interanual. En términos relativos, la faena de vacas explicó el 20% del total, registro que sólo fue superado por el período de enero-noviembre de 1996, cuando la participación de las vacas llegó al 21,5%. La faena de vaquillonas explicó el 17% del total en los primeros once meses del 2008, registro apenas inferior al verificado en igual lapso de 1993 y de 1999.
Entre los machos, sólo la faena de terneros creció con respecto a
enero-noviembre del 2007. La variación fue del 2,9% interanual, marcando la
participación más alta del período 1990-2008 (4,9%).
DE MODO Insólito, se mantiene la estrategia
El consumo interno de carne vacuna en la Argentina se ha mantenido estable en los dos últimos años, en detrimento de las exportaciones. El informe de la CICCRA destaca que de enero a noviembre del 2008 el mercado interno habría absorbido casi 2,5 millones de toneladas de res con hueso (tn r/c/h) de carne vacuna, un volumen muy similar al consolidado durante el mismo período del año anterior.
El proceso de "aporte" compulsivo del sector externo al mercado interno, a través de prácticas regulatorias, es lo que sostuvo el consumo interno. (Ver recuadro)
Los resultados de la política aplicada desde la Secretaría de Comercio, con la ONCCA como brazo ejecutor de la misma, están a la vista y se resumen en:
- achicamiento de la producción,
- menor stock bovino,
- reducción de las exportaciones,
- caída de los precios del ganado,
- precios en constante baja para cueros (con protección aduanera),
- reducción del valor del sebo sin justificación,
- disminución del precio de las menudencias y
- moderada tendencia alcista en los precios al público.
En este contexto, difícilmente se le pueda exigir al ganadero que continúe invirtiendo en la actividad. Sin nuevas señales en el horizonte, en el 2011 el país comenzará a importar carne para poder abastecer su demanda interna. Algo impensable hace sólo un par de años.
Los números oficiales cada vez son más difíciles de conseguir. Y cuando se dan a conocer, en muchos casos, aparecen desvíos que les quitan credibilidad.
Esto no pasa sólo con las estadísticas del sector agropecuario. Con la intervención del INDEC muchos de los organismos estadísticos ligados a la órbita estatal optaron por la metodología "Moreno": publicar lo mínimo para evitar interpretaciones.
Pero aún hay datos fidedignos que revelan lo que está pasando en los mercados agropecuarios, entre ellos, el de la carne. La crisis en este sector de la actividad está en un punto crucial. Las políticas intervencionistas del gobierno hicieron que muchos de los productores bajaran los brazos, dejaran de explotar la ganadería y se pasaran a los granos o, en una gran cantidad de casos, arrendaran sus campos a los temidos pools de siembra.
Venezuela, nuestro mejor cliente...
Las exportaciones de carne bovina de Argentina cayeron un 23,7% en enero del 2009, a 117,2 millones de dólares, respecto del mismo mes del año previo, según el último informe del gobierno. El volumen de las ventas externas de enero de este año fue de 36.031 toneladas, lo que representa una baja del 19,1% frente al mismo período del 2008, de acuerdo con datos del Senasa. El destino más importante de las carnes frescas en el primer mes del 2009 fue Venezuela, con exportaciones por 9,5 millones de dólares y 3.011 toneladas, seguido por Rusia, con 8,5 millones de dólares y 4.119 toneladas.
Por otro lado, las exportaciones de cortes de alta calidad comercial destinadas a la Unión Europea fueron de 2.843 toneladas por un valor de 25,5 millones de dólares. El mayor comprador fue Alemania, con 1.351 toneladas por 12 millones de dólares. Las ventas de menudencias y vísceras fueron de 11.267 toneladas por 15 millones de dólares en enero. El principal destino fue Hong Kong, que compró 3.723 toneladas por 6,6 millones de dólares.
Mercado interno firme
En el período enero-noviembre del 2008 el mercado interno habría absorbido casi 2,47 millones de toneladas de res con hueso (tn r/c/h) de carne vacuna, un volumen muy similar al consumido de enero a noviembre del 2007. En términos absolutos, el consumo interno habría crecido en 3.334 tn r/c/h entre los períodos considerados (0,1% interanual).
La producción de carne bajó un 3,3% entre los períodos analizados. En términos absolutos la oferta se contrajo en 96.014 tn r/c/h en relación con el lapso enero-noviembre del 2007. Pero, entre iguales períodos, las exportaciones cayeron un 20,5%, con lo cual "liberaron" 99.348 tn r/c/h al mercado interno y más que compensaron la contracción de la producción de carne.
El proceso de "aporte" del sector externo al mercado interno ya lleva tres años. En un contexto de producción de carne relativamente estable en torno de un promedio de 2,88 millones de tn r/c/h, la retracción de las exportaciones permitió que el consumo doméstico creciera en forma continua.
Durante enero-noviembre del 2008 el consumo interno por habitante se ubicó en 67,8 kilogramos/año, es decir, un 0,8% por debajo del promedio alcanzado en igual lapso del año anterior.
CICCRA