Alejandro Rebossio
LA NACION

Ni con el reparto de parte de las retenciones a la exportación de soja el conjunto de las provincias podrá evitar que en 2009 se cumpla un segundo año consecutivo de déficit fiscal. Eso sí, les supondrá un alivio importante, pues reducirá el rojo en casi la mitad, según pronostica Nadín Argañaraz, economista del Instituto de Análisis Fiscal que por estas horas recibe consultas de gobernadores e intendentes sobre el nuevo Fondo Federal Solidario que creó la presidenta Cristina Kirchner.

La jefa del Estado dijo que el 30% de lo recaudado por las retenciones a la soja irá a las provincias, pero 21 puntos (US$ 1243 millones, coinciden el Gobierno y Argañaraz) quedarán en manos de los gobernadores y nueve puntos (532 millones) terminarán en manos de los intendentes. El pronóstico más optimista que había formulado Argañaraz antes de inventarse el nuevo fondo contemplaba un déficit de 2939 millones, pero ahora el rojo se reduciría a 1696 millones, un 42,2 por ciento.

Si se toma la predicción más pesimista del analista, que preveía un rojo de US$ 3563 millones, el resultado final sería negativo en 2320 millones, un 34,8% menos. Esto supone que los ingresos provinciales sean 8% inferiores a los presupuestados y que el gasto sea el previsto originalmente por cada distrito.

El pronóstico optimista prevé que los recursos de las provincias sean 5% menores a lo presupuestado y que el nivel de gastos respete lo pautado. El problema, según Argañaraz, es que funcionarios provinciales le reconocieron que sus dos previsiones de ingresos son optimistas y que las erogaciones terminarán resultando mayores a las establecidas en los presupuestos, sobre todo en un año electoral (aunque la campaña se reducirá a tres meses por el adelantamiento de comicios).

Las proyecciones oficiales de las provincias contemplan un déficit fiscal del 0,3% del producto bruto interno (PBI). Según las cuentas de Argañaraz, el dinero de la soja llevará a que el rojo sea de entre el 0,5 y el 0,7% (en lugar del 0,9 o el 1,1% previsto antes del nuevo fondo).

La duda radica en cómo las provincias cubrirán el bache persistente. Los mercados voluntarios de deuda están complicados en plena crisis financiera, aunque hace pocos días la ciudad de Buenos Aires logró colocar un bono.

Otra opción es recurrir a una asistencia financiera de la Nación, como la que ya consiguieron las provincias de Buenos Aires, Jujuy y Río Negro. Claro que estos acuerdos dependerán de la predisposición del gobierno de Cristina Kirchner a firmarlos, por lo que las alianzas políticas resultarán claves. Una alternativa no deseada es la emisión de cuasimonedas, como los patacones creados el último año de la convertibilidad (2001).

Ahora, como en aquel entonces, el desafío principal de las provincias es el pago de salarios. Pero los dólares de la soja sólo podrán gastarse en construir escuelas, hospitales, cloacas, viviendas o rutas. Y las obras no se ponen en marcha de un día para el otro.

Ya el año pasado cerraron en rojo Neuquén, Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca, La Pampa, Buenos Aires, la Capital Federal, Misiones y Tierra del Fuego. En 2009 se prevé que más provincias terminen en negativo.

La Fundación Mediterránea calcula que el fondo para provincias y municipios será 19% menor a lo previsto por la Presidenta porque prevé una recaudación inferior.

LA NACION, en tanto, se jacta de que no tendrá problemas por la resignación de recursos a provincias y municipios. "Hay plata", dijo el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, a LA NACION, pese a la fuerte caída del superávit en el primer bimestre.

0,9%

En relación al PBI

* Hubiera sido el déficit del conjunto de las provincias, según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal.

0,5%

En relación al PBI

* Sería el rojo provincial con la ayuda del nuevo fondo integrado con las retenciones a la soja.