Este es un resumen sobre las recientes medidas de Rusia para restringir las exportaciones de granos y su impacto en el mercado internacional:

Confusión en el Mercado: Las restricciones rusas sobre exportaciones de granos están generando incertidumbre debido a la falta de instrucciones oficiales claras, lo que podría llevar a tensiones con compradores internacionales.

Objetivo Interno: Rusia, mayor exportador mundial de trigo, busca controlar el suministro externo para evitar aumentos en los precios internos, en un contexto de inflación impulsada parcialmente por el gasto militar.

Declaración de Rusgrain: La Unión de Exportadores y Productores de Granos de Rusia (Rusgrain) afirmó que solo las empresas rusas podrán vender trigo directamente a compradores estatales, excluyendo a comerciantes internacionales sin acuerdos de compra a largo plazo.

Rol del Gobierno: Aunque el gobierno no ha emitido comentarios oficiales ni regulaciones detalladas, Rusgrain actúa como portavoz de las decisiones gubernamentales, comunicando estas políticas al mercado.

Restricciones en Licitaciones: El 22 de octubre, la primera licitación de trigo ruso en Bangladesh reflejó estas limitaciones, ya que Rusgrain advirtió que ciertos comerciantes internacionales no están autorizados bajo las nuevas reglas.

Implicaciones Comerciales: Rusia ha aumentado los impuestos a la exportación y ha fijado un precio mínimo de exportación, lo que podría complicar las relaciones con importadores clave.

Tensiones con aliados: Las restricciones podrían elevar los costos de importación para países aliados como Egipto, que depende del trigo ruso para satisfacer su demanda interna.

Impacto en la Competitividad Global: Las políticas restrictivas de Rusia, junto con sanciones internacionales, aumentan los desafíos para los compradores árabes y africanos, lo que afecta la estabilidad del mercado global de granos.

Por Esteban Moscariello