El informe de perspectivas agroclimáticas del 23 de octubre de 2024 presenta un panorama complicado para el sector agrícola de Argentina y Brasil. Las proyecciones climáticas revelan una serie de fenómenos extremos que afectarán directamente a las principales áreas productivas, incluyendo temperaturas máximas sobre lo normal, heladas y precipitaciones desiguales. Este escenario pone a prueba a los productores que deben adaptarse a condiciones cambiantes para mitigar el impacto en sus cosechas.

Argentina: Precipitaciones Desiguales y Heladas Generalizadas

Al comienzo de la semana de análisis, un frente de tormenta dejará lluvias de intensidad variada a lo largo del país. Las zonas más beneficiadas por las precipitaciones serán el norte de Argentina y el entorno del Estuario del Plata, donde se esperan registros que van desde los 10 hasta los 50 mm, con focos superiores a los 75 mm. Sin embargo, en el resto del área agrícola, los aportes serán escasos o nulos, especialmente en la Región Pampeana.

Detrás de este frente, una masa de aire polar avanzará desde el sur, provocando un fuerte descenso de las temperaturas mínimas en gran parte del territorio. Las heladas serán un fenómeno generalizado en las zonas serranas del oeste y localizadas en las Serranías Pampeanas. Estas condiciones pueden afectar negativamente a cultivos en etapas sensibles de desarrollo, como el trigo y las legumbres.

Brasil: Calor Extremo y Lluvias Concentradas

El panorama para Brasil también es preocupante. Las altas temperaturas afectarán la mayor parte del área agrícola, con registros máximos que superarán los 35°C en varias regiones. Las zonas más afectadas serán Pará, Mato Grosso y Bahía, donde las temperaturas podrían superar los 40°C. Este calor extremo, combinado con precipitaciones escasas, plantea un desafío significativo para los cultivos, especialmente en la Amazonia y el norte del Cerrado.

Por otro lado, algunas zonas del sur de Brasil, como el oeste de Paraná y Santa Catarina, recibirán lluvias abundantes, con precipitaciones que pueden superar los 150 mm en algunos puntos. Aunque estas lluvias pueden aliviar la sequía en ciertas áreas, también conllevan el riesgo de tormentas severas.

Oscilaciones Térmicas y su Impacto en los Cultivos

Un factor clave en ambas naciones será la oscilación térmica. En Argentina, tras las heladas, se espera que los vientos del Trópico generen un aumento en las temperaturas máximas en el norte del área agrícola, alcanzando valores por encima de los 35°C. Esta variabilidad puede generar estrés en los cultivos y afectar la producción en zonas clave como el NOA y la Región Pampeana.

Brasil también experimentará una importante variación térmica, con temperaturas mínimas que oscilarán entre los 15 y 25°C en la mayor parte del territorio. No obstante, el sur del país verá un leve descenso de las temperaturas mínimas, lo que podría extenderse hasta el litoral atlántico.

Desafíos y Adaptación en el Sector Agrícola

Las condiciones climáticas extremas que se pronostican para los próximos días subrayan la importancia de estrategias de adaptación para los productores agrícolas. En Argentina, los agricultores deberán prepararse para gestionar las heladas y optimizar el uso del agua en áreas con escasas precipitaciones. En Brasil, el reto será mitigar los efectos del calor extremo y aprovechar al máximo las lluvias en las zonas más favorecidas.

En ambos países, el seguimiento continuo de las condiciones climáticas y la adopción de tecnologías adecuadas serán fundamentales para minimizar las pérdidas y asegurar una producción agrícola más sostenible en un entorno cada vez más desafiante.