Las lluvias de la semana pasada frenaron el deterioro de los suelos en la región núcleo. Según un reciente reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario, las precipitaciones no solo detuvieron la caída de los rendimientos, sino que también mejoraron las reservas de agua del suelo. El informe detalla que "hace una semana, el 80% de la región estaba en sequía. El mapa actualizado al 16/10 muestra que la condición de sequía solo persiste en un 20% de la región núcleo".

Las lluvias fueron clave para mitigar el impacto de la sequía en los cultivos. "Las lluvias fueron ampliamente superadoras a los pronósticos", señala el reporte. Entre el 10 y el 17 de octubre, la región recibió entre 20 y 90 milímetros de lluvia, con Bigand, Santa Fe, registrando el valor máximo de 94 mm.

El informe destaca que las lluvias fueron fundamentales para frenar la caída del rendimiento del trigo en la región núcleo. Antes de las precipitaciones, 650.000 hectáreas estaban en condiciones regulares a malas, pero tras las lluvias esa cifra se redujo a 325.000 hectáreas. En promedio, la región recibió 60 milímetros de lluvia entre el 10 y el 17 de octubre, un valor que supera ampliamente lo esperado para esa semana. Localidades como Bigand registraron hasta 108,6 mm, mientras que otras zonas como General Pinto apenas alcanzaron los 16 mm. Sin embargo, las lluvias llegaron tarde para revertir el daño total, ya que el 70% del cultivo está en la etapa de llenado de granos y el 30% en floración.

A pesar de la mejora en las condiciones de los lotes, los técnicos coinciden en que las pérdidas en el rendimiento son irrecuperables. En zonas como Viamonte, en el sudeste de Córdoba, los productores indican que "la muerte de macollos y la falta de hojas en las espigas principales han reducido considerablemente el potencial de producción". En otras áreas como Bigand y Sancti Spiritu, el trigo ha dejado de perder rinde, aunque las expectativas se mantienen moderadas, con estimaciones de rendimiento entre 35 y 38 qq/ha.