De acuerdo a información proporcianada por la Dra. Curzel, directora del Centro de Investigaciones en Fruticultura-Jujuy de la Universidad Nacional de Jujuy, esto es un golpe a la cátedra, ya que adelantó en varias semanas a las producciones más tempranas de cereza, que se disputan los propios Güizzo en Mendoza (Argentina) y los campos en Ovalle (Chile), que centran sus esfuerzos en cosechar alrededor de la semana 42, en la medianía de octubre.

El estudio se centra en un bloque experimental joven de 2.000 plantas de cerezos de distintas variedades de producción temprana. Se incluyen cultivares tradicionales como Brooks y Lapins, pero también licenciados como las variedades de Zaiger (Royal), además de Nimba y Pacific Red.

La variedad Royal Lee, del programa genético Zaiger, fue la primera en estar lista para cosecha el 24 de septiembre con mediciones de sólidos solubles de hasta 21º Brix.
cereza primicia argentina Jujuy

El test block, ubicado en Monterrico, tiene condiciones óptimas para la producción de carozos ultra tempranos, de bajo a muy bajo requerimiento en horas frío y de ciclos cortos. Existen cultivares de duraznos, nectarinas y ciruelas con inicios de cosecha en las primeras semanas de septiembre.

El ensayo se implantó en 2022 y la fenología observada en los últimos 24 meses de estudio sugiere que, con ciertos cultivares, es posible adelantar la cosecha a la última semana de septiembre, tal como muestran los primeros resultados.

Los desafíos a futuro se enfocan en mejorar las estrategias de entrada a la dormancia, ajustar el momento de la ruptura de la misma y optimizar la sincronización de las variedades, entre otros aspectos. Todo esto, con el fin de determinar los manejos agronómicos adecuados y determinar las variedades que manifiesten mayor adaptabilidad a la zona.

De hecho, y de acuerdo a lo informado, se estima que algunos de los nuevos desarrollos genéticos de cerezas de bajo requerimiento de frío, desarrolladas por aquellos programas genéticos como Bloom Fresh, SMS y Zaiger, que actualmente se prueban en zonas tempranas de Chile y Sudáfrica, podrían tener un gran potencial de adaptación en esta región.

Uno de los principales objetivos de este estudio es adelantar la ventana actual de cosecha del norte de Mendoza, que se ubica en las semanas 42/43, para llevarla a las semanas 39/40 en esta zona del norte del país.

Valles templados de Jujuy

Esta zona al interior y extremo norte de Argentina, ya destaca por producir duraznos ultra tempranos y cuenta con infraestructura para soportar su producción como protección anti heladas con microaspersión, entre otras. Además, existe tecnología poscosecha como packings con áreas de preenfriado y acondicionamiento de frío apropiado.

En el valle templado medio de Jujuy, el período efectivo de acumulación de horas frío en los cultivares de carozo temprano son mayo y junio. Por lo general, se acumulan entre 150 a 200 horas frío, con alta variabilidad según los años. Por ejemplo, el año pasado las cifras fueron deficitarias, alcanzando solamente unas 50 horas frío, mientras que en 2024, el año estuvo dentro de los márgenes.

Considerando los ciclos de algunos cultivares, aproximadamente 50 días de floración a cosecha y, a partir de los resultados que se visualizan a la fecha, con ajustes en manejos agronómicos específicos, se estiman posibles cosechas a partir de la última semana de septiembre y primeros días de octubre.

¿Qué hace especial a esta zona, que permite el adelantamiento de estos frutales?

La zona se caracteriza por inviernos templados y cortos, régimen de lluvias de tipo monzónico, por lo que el cuajado, crecimiento y desarrollo de los frutos coinciden con alta heliofanía y baja pluviometría. Características que, además de posibilitar las cosechas extratempranas, proporcionan a la fruta atributos de alta calidad, como dulzor y color.

Los desafíos consisten en avanzar con estudios relacionados a técnicas de manejo, tendientes a adelantar la entrada en productividad de las plantas y controlar los flushes de crecimiento vegetativo y de raíces durante el verano.

La fisiología y fenología de las plantas en esta zona es totalmente diferente a la de Mendoza o la Patagonia, por tanto, los manejos de campo también son diferentes. Además, la experiencia muestra que es imprescindible realizar estudios de adaptabilidad en las nuevas zonas, ya que como ocurrió con los duraznos, nectarinas y ciruelas en producción en la zona, hay cultivares de mayor plasticidad, que muestran adaptabilidad a la zona, aún algunos con mayor requerimiento en horas frío.

Algunas de las prácticas de manejo realizadas a la fecha tienen que ver con la inducción a la entrada a la dormancia mediante defoliación anticipada, uso de cianamida hidrogenada, incisiones y fitorreguladores para la estimulación de ramificación lateral.

Fuente: Portal Fruticola