El precio de la soja cayó cerca de un 2,5% en el mercado de Chicago.

Y, en el inicio de esta semana, no hubo cambios favorables.

El gran depresor del momento para los precios viene de las muy buenas condiciones ambientales en EE.UU. que alientan el rápido avance de la cosecha, estimada como récord en producción.

Hasta acá todo bueno para la producción global.

Brasil y las lluvias

Sin embargo, el otro gigante productivo, Brasil, no la está pasando del todo bien.

Hubo algunas lluvias, es cierto, pero no para asegurar un exitoso progreso de las siembras.

Con la información del jueves, la consultora AgRural calculó el avance de la siembra sobre el 4,5% del área prevista, frente al 2% del informe anterior y al 10% para la misma fecha del año pasado.

El interrogante se presenta para las lluvias, imprescindibles para avanzar en las siembras.

En tal sentido, el cuadro no es alentador para la producción brasileña.

El mapa que sigue nos muestra el pronóstico de precipitaciones. Ahí, se muestra el acumulado esperado, desde el 7 al 13 de octubre.

Aunque sea dolorosa para el vecino país, la realidad es que el precio (en el corto plazo) resulta de un juego de suma cero. Cuanto peor son las perspectivas productivas, mejor serán los precios.

Los fondos muestran optimismo

Las perspectivas de precios de acuerdo a los especuladores son, pese a la cosecha de EE.UU., realmente positivas.

Los administradores de fondos de contratos agrícolas -CME Group- se muestran optimistas con los precios del maíz y, en menor medida, de la soja.

La Commodity Futures Trading Commission, recientemente, publicó que los fondos están reduciendo las posiciones “vendidas” (bajistas) en futuros y opciones de maíz y de soja, del CME Group.

Este movimiento alcista, en las posiciones netas especulativas, viene dándose desde inicios desde hace unos cuantos días, como se aprecia en el cuadro. Tal alza se acentúa desde el comienzo de octubre.

Y este movimiento alcista no solo está influido por el problema climático de Brasil.

América del sur continúa bajo los efectos de déficits hídricos moderados a severos, sin que se publiquen pronósticos meteorológicos favorables.

La seca argentina

La Argentina sigue sufriendo una sequía, que golpea duramente la zona núcleo.

A este problema se agrega, el altísimo nivel de derechos de exportación que, en un esquema cambiario degastado por la inflación interna, pone en situación dramática a los productores.

Esta situación ya se visualiza en algunos casos donde los productores resignan la sustentabilidad para regresar al arado, al disco, y evitar costos e inversiones imprescindibles como la fertilización.

¿Es posible que la siembra directa pague los platos rotos?

Con los márgenes actuales, todo es posible.