Nuevamente, este miércoles, resultó una jornada alentadora en Chicago.
Los precios de la soja cerraron en suba, fundamentalmente, a consecuencia del anuncio de la Reserva Federal de EE.UU. referido a una baja considerable en la tasa de interés.
La baja fue más fuerte de lo esperado: un recorte de 50 puntos básicos en la tasa de interés, que ahora quedó entre el 4,75 y el 5%.
Ocho veces al año, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal se reúne, para tratar el nivel de la tasa de interés.
Luego de la reunión, suele publicar una declaración, con un breve comentario sobre las condiciones económicas que hacen a la decisión.
Lo importante acá es recordar que las tasas inciden en el valor del dólar.
Al reducirse ellas, el dólar tiende a caer y ello, generalmente, tiende a elevar los precios agrícolas.
Las estimaciones, a resultas de encuestas internas y de agentes del mercado, revelan que la política de la Reserva Federal seguiría efectuando recortes de la tasa de referencia en el corto y mediano plazo.
¡Una buena!
De hecho, en sus recientes comentarios, revisó a la baja su previsión de inflación, a 2,3% para fin de este año y a 2,1% para 2025.
Además de la política monetaria, los precios están, por ahora, respondiendo a los pronósticos climáticos para EE.UU. Se esperan fuertes lluvias que podrían demorar la cosecha.
El tiempo, también, le está jugando en contra a Brasil.
Se aguarda que el período de sequía y calor continúe hasta mediados de octubre.
Es factible que el retraso en la siembra de los cultivos de verano se acentúe. Y esta demora impactaría en las fases fenológicas de la soja, como el llenado de granos y en la cosecha.
Como vemos, las noticias son alentadoras, por ahora. Obviamente, en el plano internacional. Porque en el local, mejor ni hablar.