La tendencia general de los datos obtenidos hasta el momento evidencia una baja significativa en la intención de siembra del cereal, fundamentalmente por tres motivos. El principal y más preocupante tiene que ver con la incertidumbre creciente respecto a la incidencia que tendrá el complejo de virus y bacterias asociados a Dalbulus maidis. El segundo factor es el climático, que, como se describirá más abajo, el escenario de “niña débil” – “neutral frio” pone un límite al aporte hídrico que tendrá el cultivo durante su ciclo además de retrasar en algunos casos el comienzo de las lluvias de primavera y, como consecuencia, podría influir en la posibilidad de adelantar la fecha de siembra para escapar al pico poblacional de la chicharrita. Por último, el factor económico en esta campaña presenta un escenario desafiante para todos los granos, especialmente para el maíz, debido a la rentabilidad ajustada que se observa en la campaña actual y al elevado requerimiento de capital asociado con su producción.

Frente a este panorama, se proyecta una superficie total destinada a maíz con destino grano comercial de 6.300.000 hectáreas, 1,3 MHa menos respecto a la campaña anterior (es decir, un -17,1 %), sujeta a la evolución de las variables económicas y climáticas dada la extensa ventana de siembra y también a la evolución de las poblaciones de Dalbulus maidis. De concretarse, se estarían alcanzando niveles por debajo de la campaña 2017/18.

ANÁLISIS REGIONAL DE LA INTENCIÓN DE SIEMBRA 2024/25

Situándonos en la provincia de Córdoba, la cual aporta aproximadamente el 27 % de la superficie del cereal, en el sur prepondera más el efecto climático y económico que Dalbulus sp., dado que su impacto fue mucho menor que en el centro-norte cordobés, donde los productores analizan profundamente la evolución de las poblaciones de chicharrita. Se informa una alta intención de aumentar el área de siembra temprana, aunque el comienzo de las lluvias en esta región es un factor limitante para dicho planteo productivo. Con este contexto, en Córdoba, la intención de siembra actual indica una reducción interanual del -20,8%.

En cuanto al norte agrícola, si bien la plaga se encuentra presente hace ya algunos años, la campaña pasada marcó un quiebre en el impacto productivo, por lo que los productores en esta región también reducen su intención de siembra en un -25,6%. Por otro lado, en la zona núcleo, histórica región de producción temprana del cereal, el planteo se centrará en reducir a su mínima expresión posible la siembra tardía y en el caso de que se den buenas lluvias al comienzo del mes de septiembre volcar toda la superficie hacia esas fechas. No obstante, aunque se den las lluvias, el escenario económico no es atractivo, por lo que se espera que en esta zona el área también sea inferior a la campaña pasada (-19,8%).

Por último, en el oeste bonaerense y norte de La Pampa los colaboradores indican una caída en la intención de siembra en el orden del -5%. Asimismo, en la zona sur del área agrícola se esperaría una leve reducción del área (-2,5%) mayormente explicado por el contexto económico. En términos generales, las poblaciones de chicharrita durante la campaña pasada no llegaron a ser un problema en estas regiones, por lo que no es el principal factor que tienen en cuenta los productores.

ESCENARIO CLIMÁTICO 2024/25

El inicio de la campaña 2024/25 encuentra a los perfiles con condiciones adecuadas de humedad en profundidad para buena parte de la provincia de Buenos Aires, aunque en superficie la humedad es escasa. Para las zonas primicia de siembra de maíz, la humedad tanto en profundidad como en superficie es insuficiente lo que obliga a esperar lluvias que reviertan esta situación para iniciar la siembra y transitar los primeros estadios en buenas condiciones.

De acuerdo con nuestro último informe agroclimático estacional, debido a que la circulación polar será potenciada por el desarrollo del evento frío, la primavera presentará un panorama muy desuniforme. La mayor parte del conosur observará precipitaciones normales a superiores a lo normal, pero se destacará un foco seco de amplia dimensión ubicado sobre el centro de la región pampeana. Por otro lado, aunque se producirán marcadas oscilaciones térmicas, la intensidad de las heladas primaverales será moderada, finalizando cerca de su fecha promedio. Con la llegada del verano los vientos polares se retirarán hacia el sur, disminuyendo sus efectos negativos, pero el episodio frío alcanzará su mayor desarrollo, convirtiéndose en un “Neutral Frío” o una “La Niña Débil”. El NOA, la Región del Chaco, el Noroeste de la Región Pampeana y el este de Buenos Aires recibirán precipitaciones normales a superiores a lo normal. Contrariamente, gran parte del interior del país recibirá aportes bajo la media, con su foco en el límite común entre Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires, y zonas aledañas. La intensidad de los calores estivales apunta a mantenerse en un rango moderado, aunque se producirán focos de calor en las áreas del interior del país donde fallen las lluvias.

ESCENARIO ECONÓMICO 2024/25

En Estados Unidos, el mayor productor y exportador de maíz a nivel mundial, se prevén niveles de producción muy favorables a medida que se aproxima la cosecha, impulsados por las buenas condiciones climáticas. Según el último informe del USDA, se espera que los rendimientos del maíz alcancen niveles récord, compensando la disminución en la superficie sembrada. Frente a este panorama, la producción norteamericana se proyecta en 384 Mtn, lo que representa 5 Mtn menos que el récord del ciclo anterior, pero aun así se ubica como la tercera mayor producción en la historia de Estados Unidos. En efecto, se vería un crecimiento de su relación stock consumo que se ubicaría 4 p.p por encima del promedio de los últimos 5 años.

Por otro lado, a medida que la oferta norteamericana se vaya materializando, las miradas del mercado migraran al hemisferio sur, focalizándose en Brasil y Argentina. Frente a esto, a pesar de todavía faltar un tiempo para el inicio de la siembra en Brasil, hay proyecciones que colocan a la producción en valores de 127 Mtn, ubicándose 5 Mtn por encima del ciclo 23/24 y registrando la segunda mayor en su historia. Respecto al ciclo 23/24, la cosecha de la safrinha está próxima a finalizar, según los últimos datos de la CONAB, lo que incrementaría las exportaciones de maíz en los próximos meses.

En cuanto a la economía norteamericana, la inflación sigue disminuyendo, y en los mercados existe la expectativa de una posible reducción en las tasas de interés en la próxima reunión de la Reserva Federal en septiembre, lo que podría tener un impacto en los precios de los commodities. Sin embargo, se especula sobre la posibilidad de que Estados Unidos entre en un ciclo recesivo, lo que también podría repercutir en los mercados en los próximos meses.

Respecto a la región del Mar Negro, a pesar de la persistencia del conflicto, las exportaciones de Ucrania continúan fluyendo con normalidad a través del corredor abierto en 2023, tras el fin del Black Sea Deal. Si bien los niveles de exportación disminuyeron en los últimos meses a medida que se aproxima la nueva cosecha y se agota el remanente de maíz del ciclo anterior, esta tendencia no ha generado un impacto significativo en los mercados internacionales. A su vez, para el nuevo ciclo 24/25, se espera una reducción en la producción debido a condiciones climáticas adversas, con temperaturas elevadas y precipitaciones por debajo de lo normal.

En el plano local, el precio a cosecha del maíz en el mercado de futuros MATba-Rofex para abril de 2025 se sitúa en 171 USD/tn, un 9% por debajo respecto a los valores del año anterior y un 3% por debajo del promedio de las últimas 5 campañas.

Por otro lado, la mayoría de los insumos agrícolas han registrado una disminución en sus precios en comparación con el mismo periodo del año pasado, a excepción del combustible y la semilla de maíz. Específicamente, los precios de los fertilizantes fosfatados y nitrogenados han caído un 3% y un 13%, respectivamente, mientras que los herbicidas han experimentado una reducción cercana al 10%. En contraste, la semilla ha aumentado un 9% y los combustibles un 15%.

Como resultado, se ha observado un deterioro en las relaciones insumo-producto del cereal respecto el ciclo previo, que se ha profundizado desde mayo de este año para cada una de las categorías de insumos, debido principalmente a la caída en el precio del grano. Por lo tanto, en comparación con el mismo periodo del ciclo anterior, estas relaciones han empeorado en un 14% para herbicidas, un 16% para fertilizantes, un 16% para semilla y un 45% para combustible. Como resultado, se requiere una mayor cantidad de grano para adquirir la misma cantidad de insumos.

En un contexto donde los márgenes de rentabilidad del maíz se encuentran ajustados, y se vuelven menos atractivos al tener en cuenta los riesgos asociados al cultivo, dado los altos requerimientos de capital del cultivo, generan un escenario de elevada incertidumbre. Estos riesgos no solo complican las decisiones de siembra, sino también la implementación de tecnología, limitando aún más su potencial. Además, medidas locales como los derechos de exportación influyen directamente en la formación de precios, añadiendo más presión sobre los productores. Ante estas condiciones, es probable que las estrategias de siembra de maíz se vean considerablemente afectadas.

En las próximas semanas, se continuará monitoreando la evolución del mercado para presentar una actualización detallada del escenario en el próximo Lanzamiento de Perspectivas de la Campaña Gruesa en septiembre.

Fuente: Bolsa de Cereales de Buenos Aires