En el primer día del Congreso Aapresid, los especialistas de FAUBA y CONICET Gervasio Piñeiro y Paula Berenstecher lideraron el panel "Red de Cultivos de Servicios (RCS): resultados campaña 2023-24".
La RCS es una Red liderada por Aapresid y BASF que cuenta con la Coordinación de Gervasio Piñeiro y que apunta a generar y difundir información para optimizar el manejo de esta herramienta en distintas zonas del país.
En la 2023-24, la RCS llevó a cabo estudios en siete sitios, San Agustín, Paraná, Vila, Godoy, Quenumá, Baldissera y el campo experimental de FAUBA. En la mayoría de estos lugares, las gramíneas demostraron ser las más productivas, un resultado esperado pero siempre valioso de confirmar.
“El centeno es una de las gramíneas más productivas en todos lados, mientras que la leguminosa con mejor producción es la Vicia villosa. El Melilotus mostró muy buena producción en algunos de los sitios del centro-norte, y el Rábano es de los más productivos de las crucíferas”, explicó Piñeiro.
En cuanto a dinámica de producción de biomasa, subrayó dos puntos cruciales: primero, que las brasicáceas son muy precoces, pero que su producción decae considerablemente después. Segundo, que la variedad de Melilotus Yachay-Munay presenta un altísimo crecimiento final, por lo que es recomendable utilizarlo cuando se disponen de ventanas de tiempo amplias.
En cuanto al crecimiento radicular, las gramíneas se destacaron en producir una gran cantidad de raíces, mientras que las vicias mostraron una producción menor. Dentro de las gramíneas, las de mayor producción radicular fueron variedades de Lolium y Triticale. Es notable que tanto gramíneas como la mayoría de las leguminosas producen raíces a lo largo de todo su ciclo, en contraste con las crucíferas y las vicias que detienen su producción de raíces en etapas tempranas.
"Las gramíneas tienen raíces muy finas y densas que son muy efectivas para generar materia orgánica", comentó Paula Berenstecher.
En términos de producción de biomasa aérea, las gramíneas fueron las más precoces en sitios secos, mientras que rábanos y mostaza lo fueron en sitios húmedos. "Las leguminosas siempre son las más tardías", agregó.
"Las plantas aportan carbono y nitrógeno al suelo por rizodeposición, que es un proceso mediante el cual estas liberan muchos compuestos orgánicos por sus raíces a lo largo de su ciclo de vida, incluyen desde azúcares, aminoácidos y ácidos grasos hasta fragmentos de raíces que se van muriendo y se descomponen. Hace unos años se midió cuánto carbono aportan las plantas por rizodeposición y los resultados fueron interesantes", concluyó.
En lo que respecta a las mezclas, no se observaron grandes diferencias entre ellas en términos de producción de biomasa aérea y raíces. Sin embargo, la mezcla de gramíneas con leguminosas mostró un crecimiento más rápido al principio, aunque al final todas las mezclas presentaron niveles similares de biomasa.
El consumo de agua también fue un tema de análisis. Los CS usaron la misma cantidad de agua que los barbechos en los sitios húmedos y más agua que los barbechos en los sitios secos. No obstante, al momento de la siembra del cultivo estival no existieron diferencias importantes en el contenido de agua del suelo entre barbechos y CS en ninguno de los sitios analizados.
Finalmente, Gervasio Piñeiro destacó los efectos positivos de los cultivos de servicios en el rendimiento de cultivos comerciales: “Vimos efectos positivos en el rendimiento tanto en cultivos de maíz como de soja que tuvieron como antecesores cultivos de servicios de leguminosas”.