La semana comenzó mal, con precipitaciones en el norte y acá sequía de lluvias y de dólares

La soja se negoció, este lunes, con precios en baja en la rueda de Chicago.

La razón principal viene de las lluvias que están beneficiado el centro y el este del cinturón sojero/maicero del gran país del norte.

Y por si ello no fuera suficiente, los pronósticos hablan de más precipitaciones, durante buena parte de la semana, sobre buena parte de la zona núcleo estadounidense.

El gráfico es elocuente.

Pronóstico de lluvias. Válido 29/07 - 05/08. EE.UU.


Así el cuadro, el mes que se inicia, agosto, sería muy bueno para el desarrollo no solo de la soja sino también del maíz, en EE.UU.

Otro elemento que sigue sosteniendo la tendencia a la baja de los precios se fundamenta en la continua depreciación de la moneda brasileña respecto al dólar.

Al mirar el gráfico que sigue, se advierte claramente cómo, desde marzo a la fecha, el dólar crece casi ininterrumpidamente.


Para terminar, vale dedicar unas líneas a la urgente necesidad en el ingreso de divisas en nuestro país. Este es un problema muy delicado.

La brecha es el enemigo a derrotar imperiosamente. Para alcanzar tal meta, será necesario sacrificar dólares de las reservas. Desgraciadamente, ello se dará cuando la cuenta corriente cambiaria ha pasado a ser deficitaria y las reservas netas son negativas a consecuencia de la venta de divisas en el mercado de cambios y los pagos netos de deuda.

Además, esta semana estará presionada por el mercado de cambios. ¿Por qué? Porque la demanda dólares tiende a crecer al cierre de cada mes.

Lamentablemente, la caída del precio de la soja en un cuadro de dólar bajo y alto nivel de derechos de exportación, no contribuirá a la liquidación de los tenedores de granos.

El cuadro es muy delicado. Y no hay un horizonte de mejora en los precios. Y el famoso dólar blend no alcanza para salir del barro, por lo menos momentáneamente.

Para colmo, el perfil de los suelos genera dudas sobre las próximas siembras. ¿Cuándo va a llover? Este es la pregunta que se hacen todos, menos los burócratas.

Paradójicamente, estamos en un camino de barro. Y manejamos con tracción trasera y sin pantaneras…