Luego de un 2023 profundamente desafiante en lo productivo, el 2024, gracias a la mejora en la humedad de los suelos del país, colaboró positivamente en levantar los números de producción de granos de la República Argentina. Asimismo, si bien la llegada de un año Niña para esta segunda mitad del año trae nuevamente incertidumbre a los planes productivos, se espera actualmente que el fenómeno revista menor intensidad y duración que el año pasado, despejando en parte los peores temores.
En este sentido, si bien la siembra triguera se alejó de romper récords, las más de 6,7 millones de hectáreas que se esperan sembrar para la campaña 2024/25, junto con las primeras impresiones de cara al fin de la cosecha maicera, esperan dar un nuevo impulso al consumo de fertilizantes en Argentina. Esto toma especial preponderancia en vista de la importancia de la reposición de nutrientes de los suelos luego de dos años seguidos de caída del consumo de fertilizantes en el país.
No conforme con ello, los últimos meses también encontraron un mercado de fertilizantes más dinámico por la mejora en el acceso al mercado de cambios. Con la publicación de la Comunicación “A” 7917 del BCRA del 13/12/2023, se liberó el acceso al mercado de cambios sin necesidad de la conformidad previa del BCRA para fertilizantes desde “los 30 días corridos desde su registro de ingreso aduanero”.
Por este conjunto de factores, el volumen importado de fertilizantes en Argentina creció un 70% en los primeros cinco meses del 2024. La mayor recuperación vino por los fertilizantes nitrogenados, que se duplicaron con creces en su volumen importado respecto al año pasado (+108%), destacándose la urea con un contenido de nitrógeno superior al 45% y las mezclas de urea con nitrato de amonio como principales importaciones.
Por otra parte, los principales renglones de importación del grupo de Fosfatados y combinados son el dihidrogenoortofosfato de amonio (mejor conocido como fosfato monoamónico o MAP) y el hidrogenoortofosfato de diamonio (mejor conocido como fosfato diamónico o DAP). Las importaciones de este grupo crecieron un 38% de enero a mayo de este año respecto al mismo período del 2023.
Entre fosfatados y nitrogenados se explica más del 91% del volumen de importaciones de este año. Esta relevancia también tiene lugar en el consumo. De acuerdo con datos de Fertilizar y CIAFA, el 93% del consumo de fertilizantes en nuestro país se explica entre estos dos grupos.
Los fertilizantes revisten una importancia estratégica para la productividad y la sustentabilidad de largo plazo del agro argentino, y las importaciones son determinantes en vista de su participación en el consumo interno nacional. Para tomar dimensión, el 67% del consumo de fertilizantes de la Argentina provino de importaciones en el período 2018-2023.
De cara a lo que resta del año, se espera que continue el flujo de demanda de fertilizantes con una recuperación respecto a los volúmenes de 2023. Tomando las participaciones mensuales promedio de los últimos cinco años de cada mes en las importaciones de fertilizantes, se proyecta un crecimiento de las importaciones del 45% para el total del año 2024 respecto al 2023.
Valuado a los precios actuales de mercado, las importaciones de fertilizantes totalizarían más de US$ 2.100 millones durante este año, un 55% más que el año pasado. No obstante, estos valores están lejos de los máximos en dólares experimentados en el 2022, con los mercados de fertilizantes atravesados por el inicio de la invasión rusa a Ucrania.
Sin embargo, es importante destacar que estas estimaciones son realizadas en función de los promedios históricos de importación. Esto toma especial preponderancia ya que los volúmenes de comercialización de fertilizantes mostraron una marcada merma en las últimas semanas, de acuerdo con Ingeniería en Fertilizantes (IF).
Debido al anuncio de baja del impuesto PAIS del 17,5% al 7,5% entre agosto y septiembre, las decisiones de compra y comercialización se encuentran paralizadas a la espera de la implementación de la medida. Hasta que la baja de impuestos no se haga efectiva, se espera una demanda de fertilizantes cautelosa para tomar sus decisiones más relevantes.
No conforme con ello, se ve compleja una reducción de valores en proporción al peso del impuesto en el precio de manera automática y en el corto plazo. Como bien destaca IF, todavía hay stocks comprados para la actual cosecha fina que pagaron el 17,5% de impuesto PAIS. Más aún, la falta de claridad en el momento de la baja del impuesto pospone cualquier decisión de compra y agregar un factor adicional de incertidumbre al mercado argentino de fertilizantes.
Por Guido D’Angelo – Emilce Terré
Fuente; Bolsa de Comercio de Rosario