Se esperan 200.000 tn más de trigo en la región núcleo
Con un 95% de avance en la cosecha, se ajusta la producción de trigo en 200.000 tn respecto a lo esperado hace quince días. La suba está impulsada en la mejora en los rendimientos, en particular en el centro sur de Santa Fe, NO y NE bonaerense de la región núcleo. En esta última, los techos de algunas zonas van de 50 a 60 qq/ha. Con este aumento, la producción asciende de 2,7 Mt a 2,9 Mt. Va finalizando así una campaña muy difícil, pero con final superador. Finalmente, la región producirá más del doble de trigo que hace un año atrás (1,3 Mt). Si bien queda muy por lejos de las mayores producciones de los últimos 10 años como la 2019/2020 con 6,9 Mt o la 2021/2022 con 7,8 Mt, los mejores resultados traen un alivio que llega en un momento crucial para los productores regionales.
Lluvias: el norte de la región recibió más de 30 mm en los últimos 7 días
Los mayores milimetrajes se concentraron en el centro este de Córdoba y en la franja central de Santa Fe. Noetinger acumuló 182 mm; Irigoyen, 122 mm; Clason, 85 mm y Montes de Oca, 83 mm. Las lluvias de esta semana fueron muy intensas en cortos periodos de tiempo sobre sectores acotados. La localidad de El Trébol acumuló más de 200 milímetros en pocas horas. “Hubo complicaciones en la ciudad con ingresos de agua en casas y comercios”, comentan los ingenieros de la zona.
En los últimos 7 días la región promedio 41 mm. Estos milimetrajes mejoraron los niveles de humedad de suelo en la franja oeste de la región, por lo que permitirán continuar con la siembra. Para los próximos días se espera que sigan lluvias que provocarían acumulados significativos en La Pampa, Buenos Aires y el sur de Santa Fe, alcanzando incluso los sectores más postergados de la zona núcleo.
Tras las lluvias se mantienen los potenciales de rinde de maíz temprano y se podrá terminar con las siembras tardías
“Si no llueve esta semana se va a empezar a complicar la situación. Se va a poner difícil“, decían a comienzos de la semana desde Corral de Bustos. Los maíces sembrados tempranos están en pleno período crítico, y la falta de agua preocupaba en toda la región. El fantasma de la campaña pasada acechaba y la caída en los potenciales era inminente si no llovía en estos días. Hace un año atrás, la situación era muy crítica. El 80% del potencial de rinde del maíz temprano ya se había perdido y el sector se volcaba a apostar desesperadamente al maíz tardío. Este año el panorama es muy distinto: se busca la revancha a la gran sequía y, con las últimas lluvias generalizadas, se afirman las expectativas maiceras. “Hay mucho entusiasmo”, vuelve a escucharse decir a los técnicos de la región núcleo. La falta de agua mantenía frenada las siembras tardías de maíz. En particular en el sureste cordobés y en parte del norte bonaerense, donde casi no se había podido comenzar. Con estas lluvias, esperan poder iniciar la labores el día lunes, pasado el período de inestabilidad y si el piso lo permite.
Lento avance de la siembra de soja de segunda en la región
En los últimos siete días se sembraron 80.000 ha. La siembra cubrió el 55% de los lotes intencionados en la región, 5 p.p. debajo del área sembrada el año pasado para esta misma fecha. La falta de agua en el norte de Buenos Aires, sudeste cordobés y sur santafesino imposibilitó el avance de las sembradoras. En el noreste bonaerense se sembró solo el 15% de lotes intencionados y en el noroeste provincial se avanzó sobre el 25%. En Colón solo se sembraron algunos lotes puntuales que corresponden a lotes de trigos que se helaron y pudieron ser implantados con anterioridad aprovechando que quedaba un resabio de humedad. El sudeste cordobés sembró la mitad de la soja de segunda pero tenía condiciones de humedad para seguir. Lo mismo en el sudoeste santafesino. Sin embargo, hacia el sudeste de Santa Fe las mejores reservas de agua permitieron que la siembra esté casi por finalizar. El centro sur santafesino lleva implantada el 90% de la soja de segunda. En Carlos Pellegrini señalan que hay buena humedad para terminar de sembrar todo lo que falta. El retraso se debe a que casi no tenemos tiempo de entrar entre lluvia y lluvia.