En la última parte del año, la precampaña de maíz tardío registró condiciones contrastantes. En ese devenir de ciclo maicero 2023, los productores agrícolas buscaron en el campo los mejores lotes con disponibilidad hídrica para sembrar maíz temprano. A priori, esos ánimos afectados por las faltas de lluvias habían empezado a recaer y moldear las intenciones de siembra de las fechas más atrasadas. Sin embargo, todo cambió en cuestión de días y a partir de la vuelta regular de las precipitaciones.
Hasta el momento, solo se concretó la siembra de un 25% área de maíz a nivel nacional. Es decir, todavía queda el 75% por sembrarse, según los datos más recientes de la Bolsa de Cereales porteña. Otro año que puede ser histórico para el hectareaje tardío y también referencial en los resultados, a diferencia de la campaña anterior considerando que, de continuar las lluvias, los rendimientos sobresaldrán.
"La versatilidad de la genética y agronomía de los híbridos KWS permite acomodar, en parte, el calendario para situaciones puntuales como aquellas en que un productor con materiales de primera no pudo sembrar en instancia óptima y decide el atraso con el mismo híbrido.
Nuestra versatilidad en la genética en materiales de ciclo intermedio y de apta tolerancia a algunas enfermedades clave del cultivo, así lo permiten", dice Álvaro Moreno, gerente de Marketing de KWS Argentina.
En este sentido, el directivo destaca las virtudes y fortalezas que tiene el portfolio de KWS, que esta campaña, se enriqueció con el lanzamiento de "La Re-evolución de la genética es hoy", un concepto esencial para el desarrollo de híbridos adaptados a ambientes y manejos específicos.
"La Re-evolución de la genética es hoy es una concepción de desarrollo genético que llegó para acompañarnos por varias campañas más y que implicará el lanzamiento de nuevos híbridos con atributos de genética y agronomía que se irán superando una campaña tras otra", reconoce el directivo.
Más allá de la coyuntura de situaciones dadas en la zona tradicional maicera, Moreno enfatiza sobre otros aspectos centrales de la campaña de maíz tardío de KWS: "Sembrá estabilidad, versatilidad y sanidad".
"Conformamos el equipo tardío para esta campaña, así como los conformamos en potencial, sanidad, estabilidad y silo. Nuestra selección, de ideotipo granífero tardío, son KM 3916 VIP3, KM 4216 VIP3, KWS 19-120 VIP3, KWS 16-607 VIP3 y KWS 16-959 VIP3. Esta genética líder dentro de cada mega-ambiente, como es el caso de KWS 16-607 VIP3 y KWS 16-959 VIP3 para el ambiente sanitario; también contamos con KWS 19-120 VIP3, un híbrido granífero con aptitud silera y, además, si hablamos de estabilidad en ambientes restrictivos, están KM 3916 VIP3 y KM 4216 VIP3", describe el directivo.
Asimismo, lo más nuevos lanzamientos en genética y agronomía silera de KWS, KWS 60-050 VIP3 FULL y KWS 60-950 VIP3, forman un equipo con buena adaptación tardía.
Por su parte, pondera el trabajo de los especialistas de posicionamiento de producto haciendo una "agronomía regional" que surge como trabajo complementario y con resultados contundentes a la genética para seguir captando más oportunidades de rendimiento.
Tardíos, bien dotados
Vinculado al gravitante trabajo regional que mencionaba Moreno, Fernando Guerra, gerente de Desarrollo de Producto, y Santiago Vacca, coordinador de Servicios Agronómicos, justamente, están en plena recorrida técnica con las ocho regionales de KWS hablando de maíces tardíos.
Como parte de este espacio de capacitación interna de la red, Guerra agrega que el trabajo de desarrollo de los últimos años significó recolectar información para dotar a la genética de flexibilidad para afrontar múltiples cambios, como en fecha de siembra, nutrición, densidad, de calidad de ambientes o en la presión sanitaria, entre otros.
A su turno, Vacca subraya que, "la agronomía regional se encarga de validar a campo la versatilidad, estabilidad y sanidad. Entonces, hacer selección genética por mega-ambiente y validar la genética de manera regional optimiza la respuesta de cada híbrido que lanzamos al mercado".
El coordinador, además, plantea el más allá de la siembra. Destaca que el "equipo tardío" está preparado para condiciones adversas que pueden suceder a final de campaña, como son los excesos hídricos en un año Niño, y que gracias a la protección VIP3, todo el portforlio tardío tiene la mejor cobertura contra insectos lepidópteros.
En referencia a aspectos climáticos adversos, "en KWS, estamos trabajando en ciclos de híbridos más cortos, que evadan los perjuicios de heladas temprana, y también priorizando el avance de híbridos con excelente comportamiento a vuelco y quebrado", manifiesta.
Considerando la importancia creciente de la siembra tardía en Argentina, KWS tiene su portfolio preparado para ofrecer una "agronomía a tiempo" de alta calidad genética.