La visibilización de la mujer en el campo crece día a día y la historia de Micaela Alessandrini, cliente de Case IH, marca de CNH Industrial, es un ejemplo de ello, donde la pasión, la unión familiar y la trayectoria son pilares que caracterizan a este rol.
Con sólo 26 años, Micaela es parte de una empresa familiar dedicada a la agricultura, que lleva adelante junto a su padre Marcelo, su madre Rosana y su hermano Diego en la localidad de Arias, al sudeste de la provincia de Córdoba. En unas 2.000 hectáreas, realizan labores de siembra, cosecha y pulverización.
En 2020, cuando inició la pandemia en plena época de cosecha gruesa, la joven cordobesa decidió ser parte del día a día del campo y acompañar a su familia. "Realmente estando ahí uno es más consciente del esfuerzo y el sacrificio que lleva progresar en un rubro que no para de modernizarse y utilizar tecnología para lograr los mejores resultados. Trabajar en el campo nos da placer y libertad, es una oficina a cielo abierto", explicó.
A la hora de trabajar en familia, Micaela destacó que "una de las mayores ventajas es la confianza y la convicción de ´tirar todos para el mismo lado´. Esto no significa que no haya diferencia de opiniones, al contrario, si las hay, pero siempre tenemos como objetivo resolverlo con diálogo y perseverancia".
Su abuelo, Alberto "Cacho" Alessandrini, fue el precursor de la compañía y quién, en 2006, adquirió los primeros equipos Case IH, una cosechadora Axial-Flow 2388 y un tractor Maxxum 165. Desde entonces, la empresa renovó sus cosechadoras pasando por los modelos 7088, 7230, 8120 y, como último logro, adquirieron la Axial-Flow 7250 con sistema de Automatización, un equipo evolucionado en tecnología y calidad de cosecha.
"Desde la primera compra, siempre se siguió trabajando con Case IH, por su servicio posventa, la atención del concesionario, la sencillez en el funcionamiento de los productos y, sobre todo, por la línea Axial-Flow. La calidad de trilla es un punto fundamental a la hora de elegir la marca", expresó Micaela.
Reflexionando sobre el rol femenino en el agro, afirmó que "la mujer siempre estuvo relacionada directa o indirectamente a los trabajos rurales. Sin ir más lejos, mi abuela tiene 92 años y en su juventud se levantaba a las 3am a hacer el tambo, y mi mamá siempre acompañó a mi padre en la toma de decisiones y en la parte administrativa de la empresa.
En mi opinión, la diferencia radica en que hoy en día, gracias a las redes sociales, el trabajo rural femenino se encuentra más expuesto y viralizado", y concluyó: "creo que más allá de ser hombre o mujer, en cualquier labor o profesión, lo primordial es que te guste lo que estás haciendo y la unión de la familia es el pilar fundamental para desarrollar cualquier actividad".
Mujeres en la industria, una tendencia que crece de la mano de la inclusión y formación de nuevas profesionales
En otro eslabón de la cadena productiva del agro también se encuentran mujeres que gracias a su valioso trabajo aportan al sector, ayudando a desarrollar maquinaria de vanguardia para el productor argentino. Este es el caso de las colaboradoras que trabajan día a día en la planta que Case IH posee en Córdoba, y que día a día ganan espacios cada vez más importantes en la industria metalmecánica.
Cecilia Beltramini tiene 15 años de trayectoria en el sector automotriz y lleva una década trabajando en la compañía. Hoy, se desempaña como supervisora en el área de Pintura y Soldadura. Con orgullo, Cecilia cuenta su experiencia trabajando dentro de la fábrica, en la que desarrolla sus tareas desde su inauguración, en 2013. "Me enorgullece formar parte de una industria, donde con nuestro trabajo diario aportamos a un sector tan importante de nuestro país como es el agrícola", comentó, y agregó: "Me gusta cada vez seamos más mujeres en un rubro que era hasta hace poco tiempo exclusivo de varones. A las mujeres que manejan nuestras máquinas les diría que producimos con las últimas tecnologías para facilitarles el trabajo y que puedan obtener el mayor rendimiento".
Luego de ocho años trabajando en el rubro gastronómico, Dana Lescano dio un gran paso en su carrera profesional cuando ingresó para trabajar en la planta. Recuerda con mucho cariño el día que entró por primera vez a la fábrica y el asombro que provocaron en ella el tamaño de las naves, las máquinas y la tecnología de los robots de soldadura.
Dana fue la primera mujer en la línea de producción de tractores, donde se encarga del armado del subconjunto del filtro de aire, colocación del compresor, alternador, mangueras hidráulicas y el armado de la caja de fusibles y otras conexiones eléctricas. Dana no oculta sus expectativas laborales a futuro y cuenta: "Ser parte de la producción de maquinarias para el campo me hace sentir mucho orgullo. Me encantaría seguir estudiando y capacitándome sobre nuestros productos, específicamente en los tractores, para ser supervisora o líder de producción".
Consultada por la importancia del trabajo en la industria y en el campo, Dana comenta que "detrás de cada uno de nuestros tractores se encuentra el esfuerzo, dedicación, exactitud y compromiso de cada uno de nosotros. Y que este tractor ayude a mejorar la productividad nos da una satisfacción inmensa", y agrega: "A todas las mujeres rurales les agradezco por demostrar tan eficientemente de lo que somos capaces las mujeres, y que de nuestra parte nos sentimos felices de aportar nuestra responsabilidad y dedicación para que la industria agrícola sea cada vez más exitosa en Argentina".