TENDENCIAS CLIMÁTICAS

A pesar de la escasez de precipitaciones en la franja central del país, el fenómeno de El Niño se muestra activo en una vasta zona del sudeste de Sudamérica. Las lluvias del norte de la Mesopotamia responden a esa influencia positiva y mantienen, aunque en forma más moderada, el patrón del mes septiembre. Esta conclusión se consolida si tenemos en cuenta el patrón pluvial que se mantiene sobre el sur de Brasil y la franja oriental de Paraguay. Esta es una zona con fuerte respuesta estadística hacia los desvíos positivos de la precipitación, lo cual se está validando. De la misma manera, esta respuesta debería ser influyente más hacia el sur tomando la región pampeana, a medida que avancemos sobre Octubre y Noviembre. Una vez que comience a notarse esta influencia, la misma tiene posibilidades de sostenerse por el resto del semestre cálido.

Como podemos ver en el mapa, el promedio de las anomalías térmicas superficiales del Pacifico Ecuatorial, sostienen la continuidad del calentamiento que se vino generando desde la última parte del invierno. No hay modelos de pronóstico que anticipen un cambio de esta situación para este indicador a lo largo del semestre cálido, incluso hasta el mes de abril. En términos de forzantes validados, no hay mucho más que agregar respecto del fenómeno de El Niño, solo resta esperar que su influencia comience a ganar extensión y logre promover los desvíos positivos que ya se han vuelto necesarios en gran parte de la región pampeana.
Sobre el Atlántico, quedan remanentes de aguas más frías frente a las costas bonaerenses, pero esto debería morigerarse con el correr del mes y confluir en un calentamiento moderado como se ve sobre el litoral brasileño.

Por lo pronto, la interferencia negativa de la escala regional en el patrón de precipitaciones es más influyente que la presencia del fenómeno de El Niño. Recordamos que a diferencia de los forzantes de escala planetaria, la dinámica de escala regional puede mostrar muchos vaivenes estacionales. Debemos decir sin embargo, que si computamos todo el trimestre del invierno y el mes de septiembre, la tendencia pluvial ha sido negativa, salvando el sudeste bonaerense. También dejamos de lado en esta conclusión el norte mesopotámico.

Focalizando el análisis en lo que sucede en la región pampeana, ingresamos en un período que proveerá herramientas extras de inestabilidad. El aumento de la radiación siempre es un factor que ayuda al desarrollo de sistemas precipitantes en la franja central del país. Sin embargo, para que esto ocurra, deberemos notar mayor continuidad en la circulación de aire del sector norte y noreste. Los vientos del este, en esta época del año, solo generan beneficios pluviales relativos sobre la costa este bonaerense. A gran escala si el aire tropical no desciende hacia la zona núcleo la oferta de agua se mantendrá limitada.

En el corto plazo se ve una mejora en la llegada de aire del sector norte, pero la oscilación en la circulación de aire seguirá presente. Desde el domingo podemos converger en lo que puede ser el primer evento significativo del mes de octubre. Los auxilios pluviales que pueden llegar y generar diferencia se perfilan para este último tramo mes, lo cual es tardío para la fina del centro, pero dejara mejores condiciones para el avance de la siembra de soja y repondrá humedad para lograr hacer maíces tardíos.

En definitiva, recién a partir del domingo se espera una mejora de valor. Desde entonces podría acoplarse este cambio con la influencia positiva de El Niño, estableciendo un escenario que finalmente traería un cambio positivo en los volúmenes pluviales a gran escala, aunque noviembre aún puede ser un mes de transición hacia la abundancia de lluvias.

CONCLUSIONES

De acuerdo al diagnóstico climático del último período y al análisis de los principales indicadores de escala global y regional, proyectamos el siguiente comportamiento pluvial y térmico para el próximo bimestre:

1. El fenómeno de El Niño no experimentará cambios en su desarrollo durante los próximos meses. Su interacción con la dinámica de escala regional ira definiendo momentos de mayor y menor influencia. El mes de octubre ya debería encontrar respuestas positivas en este forzante, sin embargo la circulación regional aun no permite que esto se concrete.

2. Estimamos que para gran parte de la región pampeana, las respuestas pluviales de octubre no serán las adecuadas considerando la demanda de los cultivos en desarrollo. Como mencionamos en el último tercio del mes puede haber un cambio positivo, esto si tiene un correlato positivo con la recuperación de las reservas para el avance de siembras de la gruesa. Es razonable esperar que cuando comiencen a observarse mayor frecuencia de sistemas precipitantes de buen volumen, los mismos logren establecerse en la última parte del año, es decir, se observe un cambio en la tendencia del patrón pluvial.

3. Las temperaturas tenderán a mantener el un escenario donde predominen los desvíos positivos, aunque por lo pronto, las olas de calor han quedado restringidas al extremo norte del país.