El Campo Escuela de la FCA viene trabajando con el cultivo de maní desde hace varios años. En la edición 38 de la Jornada Nacional del Maní, el ingeniero agrónomo y docente universitario José Gamba, presentó un ensayo en el que se logró minimizar el impacto del Carbón del Maní a través de un control biológico.
“Lo que hicimos fue incorporar Trichoderma a la semilla, en un lote sin historia de maní. Sin embargo el testigo tenía 22% de carbón porque a eso lo transmite la semilla. Finalmente en estos ensayos en los que utilizamos éste hongo, no hubo presencia de carbón en las vainas tratadas” dijo.
El carbón del maní es la principal enfardad que enfrenta el complejo manisero en la actualidad. Se trata de un hongo muy difícil de controlar, dadas sus características naturales, por lo que no se puede llegar con productos químicos, ni escapar de la fecha de siembra.
El mejoramiento genético es la respuesta
Todos los semilleros de maní están trabajando en el desarrollo de variedades resistentes. Pero a esas variedades hay que apoyarlas con otras alternativas de control. “Ya nos pasó con fungicidas, que de tanto usar el mismo, quebró la resistencia. Entonces, hoy la principal fuente de resistencia es la genética, por eso hay que incorporar una solución biológica” agrega Gamba.
La clave para el sector manisero sigue siendo la investigación y el desarrollo de nuevas alternativas que permitan tener mayores opciones frente a éste tipo de enfermedades tan complejas.
En ese sentido, el ingeniero José Gamba destacó: “Ya hay variedades resistentes en el mercado y este control biológico puede ser una alternativa para complementar al químico con este producto. Esta primera aproximación fue un éxito y vamos a seguir estudiando”.
Fuente: Todo Mani