Recientemente la Decana de la Facultad de Agronomía de la UBA, Dra. Adriana Rodríguez, firmó un convenio específico de cooperación con el Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR). El acuerdo habilita la posibilidad de implementar un sistema de Práctica Preprofesional Asistida para estudiantes de todas las carreras de la FAUBA en el Continente Antártico.
“La Antártida es un lugar muy importante para la Argentina y la Facultad apunta a que sus problemas sean eje de sus investigaciones. Este convenio es un gran desafío, hay mucho por hacer. Desde lo biológico, por ejemplo, las especies autóctonas son una excepción, muy interesantes para estudiar y analizar”, aseguró Gustavo Schrauf, secretario de Desarrollo y Relaciones Institucionales de la FAUBA.
“Nos convocaron para que presentemos temas de investigación y que nuestros jóvenes estudiantes realicen estadías cortas durante el verano antártico. Que analicen datos y presenten resultados, que sea un ida y vuelta”, contó Roberto Serafini, docente de la Cátedra de Química Inorgánica y Analítica de la Facultad, coordinador de las prácticas.
Según estipula el convenio, la práctica preprofesional deberá contar con un plan de trabajo: detallar las temáticas, las tareas a desarrollar, la duración total de la experiencia y los horarios. Las actividades de los/as estudiantes serán realizadas en las diversas bases antárticas conjuntas, como Petrel, Marambio, Esperanza, entre otras.
Si bien Marambio es una base muy importante, “hay un interés en que las actividades se expandan hacia otras bases, para mostrar que la Argentina tiene una amplia presencia en la Antártida”, señaló Serafini.
Los docentes estiman que, en un inicio, convocarán a tres/ cuatro estudiantes para viajar durante el verano antártico, es decir entre diciembre y febrero. “Podríamos empezar a pensar que hubieran estudiantes de algunas de las carreras de la Facultad este mismo año”, adelantó Gustavo Schrauf.
Algunas de las temáticas que propondrán para que los/as estudiantes desarrollen trabajos y prácticas preprofesionales están relacionadas a plantas nativas y diversidad genética de las especies; algas nativas; módulos hidropónicos; manejo de los residuos, y evaluaciones de los impactos ambientales. Al finalizar las prácticas, los/as estudiantes deberán presentar un informe final.
“La Antártida es un continente que se trata de mantener lo más prístino posible, es difícil porque el impacto ambiental que se genera en la Antártida está potenciado porque el ambiente es muy frágil, se degrada muy rápidamente, entonces hay mucho interés en cuidar el ambiente antártico. Hay cuestiones relacionadas a la genética de las plantas y organismos nativos, que son especies propias de allá y que nos pueden enseñar un montón de cosas a nosotros acá. Es un lugar impresionante en donde siempre te sentís en casa”, finalizó el docente.
Fuente: Agro UBA