Las personas, las sociedades y la política se enfrentan a una serie de crisis profundas a nivel local, nacional y mundial. Durante 30 años, las cifras absolutas y relativas del hambre habían disminuido de manera continua, pero en 2015 dejaron de caer y desde hace varios años las curvas han vuelto a aumentar. El cambio climático, acompañado de fenómenos meteorológicos extremos, amenaza a los medios de subsistencia de millones de personas.
Además, con la pandemia de COVID-19 y la guerra contra Ucrania, la crisis energética mundial se intensificó. Las poblaciones vulnerables de todas las partes del mundo son las más afectadas por estas múltiples crisis. Sin embargo, los elevados precios de la energía y los cuellos de botella en las cadenas de suministro internacionales también se asocian a oportunidades para la aparición de nuevas formas de economía sustentables y arraigadas localmente, como la bioeconomía que tiene el potencial de apoyar el desarrollo de prácticas agrícolas ecológicas sustentables y regenerativas proporcionando bioinsumos adecuados para la agricultura ecológica, mejorar la sostenibilidad medioambiental y económica.
Al respecto, la Dra. Regina Birner, jefa de la Cátedra "Cambio Social e Institucional en el Desarrollo Agrícola", de la Universidad de Hohenheim, Alemania, brindó una charla en la jornada sobre bioeconomía, organizada por el Diálogo Argentino Alemán sobre Innovaciones Agropecuarias Sustentables (DAAIAS) y el Diálogo Germano-Brasileño sobre Políticas Agrícolas el 3 de julio pasado. Allí, la especialista expuso sobre los principales pilares de la bioeconomía: los biorecursos y la biotecnología.
"La bioeconomía puede hacer a la agricultura más sustentable, pero esto no se da en forma automática, debemos realizar esfuerzos activos para aplicar los principios de la economía circular a fin de asegurarnos que siempre estemos evaluando y monitoreando los procesos y productos de la bioeconomía teniendo en cuenta diversos criterios tales como la competencia por el uso de la tierra, emisiones de GEI y biodiversidad", aseguró la experta.
"Hoy, la agricultura es responsable del 80% de la deforestación global, del 25% de la emisión de gases de efecto invernadero y usa el 70% del agua dulce del planeta", detalló Birner. "No vemos una reducción en el uso de pesticidas en el mundo, pero sí una reducción significativa de la toxicidad de los productos", indicó.
Aunque la bioeconomía promete ofrecer soluciones para una agricultura más sustentable, los bioinsumos se están utilizando hasta cierto punto, y las políticas exigen una mayor producción ecológica, la adaptación por parte de los agricultores parece ser lenta, la investigación y el desarrollo para la aplicación de productos fitosanitarios clave están en marcha, pero no plenamente desarrollados, y los sistemas reguladores están luchando para hacer frente a esta nueva categoría de productos. Parece existir una brecha entre las expectativas de lo que la bioeconomía puede y lo que es capaz de ofrecer en el campo de los bioinsumos.
La profesora valoró que haya un crecimiento en la producción y consumo de bioenergía, así como en el uso de bioinsumos. No obstante, subrayó que para implementar la bioeconomía como solución real y alcanzar la transformación debe haber compromiso y voluntad de los gobiernos y del sector agrícola. "Es necesario el diálogo y la participación; se necesitan abordajes a nivel regional y local, que tienen un enorme potencial para lograr la sostenibilidad", afirmó.
"Desde 2015 la cantidad de personas con hambre no baja. El mundo se está moviendo en la dirección equivocada. La agricultura tiene que cambiar para seguir dentro de los límites aceptables y sustentables", concluyó Birner.
Acerca del Diálogo Argentino-Alemán sobre Innovaciones Agropecuarias Sustentables
"Diálogo Argentino-Alemán sobre Innovaciones Agropecuarias Sustentables" (DAAIAS) es un proyecto de cooperación bilateral financiado por el Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura de la República Federal de Alemania (BMEL) sobre la base de una resolución del Bundestag alemán. La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) es el principal socio ejecutor del lado argentino junto con el asesoramiento del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Por su parte, la GFA Consulting Group GmbH cumple la función de representante general del BMEL para el programa de cooperación bilateral (BKP) y la implementación del proyecto se encuentra a cargo de la IAK Agrar Consulting GmbH y la AFC Agriculture and Finance Consultants GmbH. DAAIAS expresa el interés de Argentina y Alemania en promover, a través del intercambio de conocimientos y experiencias, innovaciones en el sector agropecuario argentino, que contribuyan a la sustentabilidad y al respeto por ambiente, atendiendo el cambio climático. En este contexto, el proyecto enfatiza la voluntad ambos países de abordar colaborativamente los desafíos bilaterales y globales de políticas públicas agropecuarias y aplicación de prácticas innovadoras, establecidas en los marcos del desarrollo sustentable. A través del intercambio de conocimientos y experiencias, el principal desafío del proyecto será aprovechar el potencial que brindan la ciencia y las tecnologías para reducir la huella ambiental y climática del sistema alimentario y liderar una transición global hacia la sustentabilidad competitiva.