Una excelente jornada fue la de este primer día de la semana para la soja, en el mercado de Chicago.
La posición julio aumentó casi USD 12,50 y la de Agosto poco más de USD 10.-
La situación se modificó luego de la semana pasada donde los precios de la oleaginosa se redujeron alrededor de un 5%.
Este repunte parece resultar de un reacomodamiento de las posiciones de los especuladores que encontraron bajo el nivel de valores al iniciarse la jornada.
Pero también, la razón se encuentra en el mercado climático, que EE.UU. está atravesando en este momento.
Los pronósticos que hablan de la proximidad de días secos y de mucho calor en el Medio Oeste de EE.UU. generan una mayor incertidumbre sobre el devenir productivo de la región.
El temor de los mercados es que si se cumpliesen tales pronósticos, el cuadro de déficit de agua en buena parte del Corn Belt se agravaría.
Estados como Iowa, Missouri e Illinois, centrales en la producción de soja, muestran indicios, hoy, de falta de agua.
Otro elemento que favorece la suba de precios es el de la apreciación del real frente al dólar.
Esta modificación en el tipo de cambio, socava la competitividad de las exportaciones brasileñas, en un período de cosecha extraordinaria. Quiere decir que la apreciación del real amortigua los efectos de un enorme volumen de soja ingresando al mercado.
Obviamente, la abrupta caída en el volumen cosechado de la Argentina también actúa a favor de los valores.
Respecto al mercado doméstico, se debe decir que por las permanentes intervenciones, en gran parte desesperadas, del Gobierno, el cuadro es de incertidumbre extrema.
La acción del Gobierno muestra todo tipo de paradoja y contradicciones.
Por un lado, pretende aumentar las exportaciones, y por otro, prohíbe la exportación de siete cortes vacunos, establece “volúmenes de equilibrio” (cupos) para las exportaciones cereales y oleaginosas y mantiene rigurosamente los distorsivos derechos de exportación.
Y además de todo ello, la producción debe soportar una brecha cambiaria que suele superar el 100%.
Así que, señores, el problema no es exactamente la sequía, algo que está fuera del alcance humano y que resulta esporádico. El problema está en la acción gubernamental.
Con la finalización del dólar soja a la vista, las últimas jornadas han mostrado un repunte en la comercialización del poroto y sus productos industriales.
Al 10 de mayo pasado, la comercialización interna de soja fue de algo más de 8 millones de toneladas, siendo la mitad con precios aún por fijar.
Así las cosas, a pocos días ya de finalizar el programa dólar soja, la declaración de ventas al exterior deberá enfrentar necesidades financieras y también vencimientos lo que explica el aumento de operaciones.