La ruleta rusa marca la economía argentina.
La escasez de divisas en el Banco Central no explican las estampidas cambiarias.
Es cierto que este miércoles el organismo pudo enfriar los mercados financieros. ¿Pero a qué precio? Y lo que es peor… ¿por cuánto tiempo?
Porque los resultados obtenidos, además de magros, son de cortísimo plazo.
El Gobierno decidió intervenir en los mercados y este miércoles lo hizo con fuerza.
Este miércoles, hubo toma de ganancias cortas y por supuesto fuertes intervenciones oficiales mediante ventas de bonos y divisas.
A su vez, el dólar mayorista, regulado por el Banco Central aumentó 70 centavos. Cerró a $221,57 por dólar. Ello quiere decir que, así el cuadro, el ritmo de aumento (mensualizado) llegaría a más del 9%.
Y anualizada, se aproxima al 200%.
El clima de desconfianza recae sobre la demanda de pesos hecho que alimenta la suba del precio del dólar y ello a su vez acentúa la baja de dicha demanda de pesos. Así la rueda no se detiene, solo lo hace por períodos cortos mediante la intervención del Banco Central.
No resulta descabellado pensar en un nivel de inflación para mayo próximo al 10%. ¿Será así?
Para colmo de males, el programa dólar soja 3 no alienta las ventas. Y los exportadores reducen la liquidación porque los productores se niegan a venderles
No logra alcanzar el promedio de 145 millones diarios para llegar al objetivo de USD 5.000 millones para sus reservas a fin de mayo. Y de esta forma, la “solución” en lugar de calmar genera nuevas alertas sobre la situación del Banco Central sus reservas.
En cuanto al mercado local, los precios ofrecidos por soja llegaron a $ 100.000 (Disponible) y a $ 100.000 (Fijaciones).
En Chicago, la jornada fue negativa con reducciones en las posiciones cortas; no así en las posiciones a partir de agosto que lograron mejoras.
Las razones fundamentales de este comportamiento hay que buscarlas en la buena cosecha de Brasil.
Como vemos la situación es de marcada turbulencia. No queda otra que caminar hacia adelante con la frente alta…
