Para estos meses de cada año, los países que definen la oferta mundial son únicamente dos.
Brasil está en primerísimo lugar. Y luego, nuestro país.
A vuelo de pájaro, se puede cuantificar el volumen así: mientras Brasil produce alrededor de 145/150 millones de toneladas, Argentina lo hace por cerca de 50.
En tal caso, el peso de la Argentina, si bien es menor, también incide sobre los precios. Pero, obviamente, Brasil pega con mucha más fuerza.
Lo destacable este año es el resultado de uno y de otro.
Mientras nuestro vecino va a tener una cosecha extraordinaria, el nuestro tendrá una realmente pobre.
Así las cosas, las perspectivas -tan magras- para nuestro país dan cierto soporte a los precios de la soja, pero no logran anular la enorme presión de la nueva oferta brasileña.
La brasileña apunta a un volumen próximo a 152 millones de toneladas. Una cifra extraordinaria.
Y si bien hasta hace poco había dudas sobre el avance de la cosecha, ahora la cosa se ha dado vuelta. Con lluvias menos frecuentes y temperaturas más altas, la trilla camina a mejor ritmo.
El éxito no es rotundo pues Rio Grande do Sul muestra resultados mediocres.
La situación como lo sabemos es diametralmente opuesta en nuestro país.
La perspectiva para la nuestra se muestra en un nivel de apenas 27 millones de toneladas.
De hecho, la BCR estimó 27 millones recientemente y su anterior cálculo era de 34,5 millones. Según este organismo, este número indica que la actual campaña estaría el nivel más bajo desde el ciclo 2008/2009 cuando se alcanzó 31,80 millones.
Según sus cálculos, el rinde promedio nacional sería de 20,3 quintales por hectárea. Se trata de un rinde que, a nuestro criterio y dadas las circunstancias, resulta muy optimista.
Lo triste es que, según nuestras estimaciones, dados los últimos días de calor extremo y sin lluvias, nos dan un volumen de 25 millones de toneladas.
Vamos a la rueda de inicios de esta semana.
La jornada de este lunes en Chicago fue negativa no solo por el avance de la cosecha brasileña.
Fue un día malo también por la caída del Silicon Valley Bank. Se trata del mayor banco estadounidense en quebrar desde el colapso de Washington Mutual en el año 2008. No es poca cosa… ¿no?
Este banco se centraba en préstamos a startups tecnológicas. Para fines del año pasado contaba con casi 210 mil millones de dólares 209.000 en activos. Por eso, era el 16º banco más grande de EE.UU.
El tema es muy preocupante porque se teme que esta caída pueda expandirse a gran parte del sistema financiero.
Para colmo, el precio del petróleo este lunes mostró una considerable baja. Y si observamos el gráfico, vale preguntarse ¿es posible que se haya iniciado una fase negativa.
Evolución del precio en los últimos siete días
Con este cuadro y con la debilidad de la demanda china, no parece que el panorama de precios vaya a mejorar.