Este es el caso de las llamadas obras de evacuación del agua. Este tipo de iniciativas evitan la acumulación de agua, evitando la inundación. Sin embargo, solo profundizan la problemática, ya que llevan al mar grandes cantidades de agua, que serían necesarias y útiles en momentos de déficit.
Mejor prevenir que curar
Las obras de retención de agua son una herramienta que busca conservar el agua donde cae y mantener su acumulación en lagunas, bajos y cubetas naturales sin evacuarla de forma abrupta. Esto puede lograrse a través de la implantación de pasturas y montes forestales, que exploran el suelo de manera más profunda, utilizan el agua y generan su circulación vertical. De esta forma, la vegetación participa de la recirculación del agua, generando un microclima en el lugar donde cae y evitando la concentración en los puntos más bajos. A lo largo del tiempo, se han aplicado diferentes tecnologías que promueven la retención del agua. La labranza conservacionista, la Siembra Directa, los cultivos de servicio, la rotación de cultivos, los residuos de rastrojo en cobertura y el suelo siempre verde, son algunas de las prácticas que aportan a este objetivo. Pero esto pareciera no ser suficiente. Los periodos de secas e inundaciones son más frecuentes y cercanos en el tiempo unos de otros, incluso sucediendo muchas veces en simultáneo, en diferentes regiones de la llanura pampeana.
Manos en acción
Algunas estrategias adicionales pueden ser las obras de agro hidrología, como las curvas de nivel y la siembra "cortando" la pendiente. En zonas más bajas de la llanura pampeana, se pueden construir canales y lagunas bordeadas para aumentar su capacidad de almacenamiento de agua. También se pueden generar vertederos, alcantarillas y compuertas, para volcar el agua de forma lenta.
Todos debemos aportar nuestro granito de arena en esta temática global. Tenemos el conocimiento, tenemos la tecnología y tenemos la necesidad. Solo falta poner manos a la obra para lograr el objetivo común y seguir produciendo de forma sustentable.
Fuente: Casafe