La semana pasada se conoció el Índice de Precios al Consumidor que registro un aumento del 7 % con nula incidencia del precio de la carne pese a que el rubro “alimentos” estuvo levemente por encima y consolida un interanual de 78,5%.
El precio de la carne vacuna al consumidor desde junio no tiene gravitación en la conformación del índice de precios y probablemente en septiembre suceda lo mismo lo que significa que acumularía cinco meses sin movimientos al alza.
Esta realidad demuestra claramente que el precio se forma por la relación entre la oferta y la demanda, no se rige por los movimientos de la cotización del dólar, de la inflación o de la exportación. Es momento de aclararlo, ahora que no es noticia, para que no suene a excusa en pocos meses, tal como sucedió en tantas otras oportunidades.
Al mismo tiempo, no se puede dejar de mencionar que el sector comercial e industrial acumula costos crecientes en diferentes rubros como personal, energía o transporte.
La realidad de Argentina, con una inflación interanual del 78,5%, indica claramente que en el futuro inmediato y ante un marcado atraso en el precio de la carne, antes de fin de año habrá una recomposición de las cotizaciones del ganado para faena y por supuesto en el precio de la carne al consumidor, y será normal que ocurra. No habrá especuladores que fuercen aumentos, será consecuencia de nuestra realidad económica.
Es notorio el atraso en el precio de este alimento que es de casi 15 puntos porcentuales respecto de la inflación promedio. En esto influye el deterioro del poder adquisitivo de la población, pero también la alta oferta de hacienda para faena.
El mes pasado la faena ajustada por días hábiles tuvo un incremento de 6% interanual. A su vez hubo una mayor participación de las categorías novillitos y vaquillonas de 2 dientes lo que da cuenta del inicio de la salida de hacienda de los corrales, producto de los encierres del otoño. Esta faena alta permite un buen abastecimiento del mercado interno y un alto consumo de carne vacuna.
Por otra parte, cabe destacar el rol que está jugando la exportación. En los primeros siete meses del año, y con exportaciones reguladas, se exportaron 20 mil toneladas más que el año anterior y en valor, por el mayor precio internacional de los primeros meses del 2022 se superaron los 2.100 millones de dólares y se va a generar un ingreso de divisas entre enero y diciembre de más de 3.000 millones dólares, aunque cuando en el segundo tramo del año vemos que se está dando una caída significativa de los valores de la carne en los principales mercados (China y Europa) agravadas por la devaluación del euro y del yuan frente al dólar.
En este contexto, está previsto que el 1 de noviembre entre en vigencia la norma que establece el troceo obligatorio con destino al comercio minoristas. Desde FIFRA y en conjunto con la Federación de la Carne, UNICA, la Cámara y la Federación de Supermercados, CADIF y Camya, hemos solicitado, al Secretario de Agricultura y Ganadería Juan José Bahillo. la inclusión de la utilización de medios mecánicos para la descarga de carne con pesos superiores a 32 o 25 kilos. Esperamos una pronta definición porque la implementación sin la inclusión de los medios mecánicos implicará mayores costos que irán a precio y van a potenciar la futura recomposición de precios.
En conjunto, las entidades que representamos el 90% del abastecimiento del mercado doméstico, entendemos que se debe dar una adecuada protección a los trabajadores y con la utilización de aparejos, gancheras y carros (llamados medios mecánicos en general) y tal como se hace en otras actividades donde se mueven pesos superiores a los limites máximos, se puede dar esa protección sin pretender imponer un troceo obligatorio que no trae beneficios inmediatos de índole sanitaria o comercial.
Otra razón que justifica contemplar el uso de los medios mecánicos es que el programa de adecuación de establecimientos previsto en el plan GanAr se vio totalmente superado por la crisis económica, la monetización de créditos ha sido muy baja para el sector industrial y los presupuestos iniciales se vieron duplicados por la misma situación.
Como insistimos siempre desde FIFRA sin un adecuado cumplimiento de las normas sanitarias vigentes desde el año 1968 (Decreto 4238) pretender controlar desde la salida de carnes lo que desde su origen está mal, es poner el carro delante del caballo.
Teniendo en cuenta que el sector del transporte de carnes, necesario para la distribución, no tuvo tampoco la adecuación necesaria y para evitar que la norma quede en estado de total incumplimiento, entendemos que la propuesta elevada es de fácil instrumentación, asegurará la salud de los trabajadores y permitirá trabajar en la adecuación de las instalaciones en general de la industria, el trasporte y el comercio para una mayor comercialización de carnes en cortes por demanda de los operadores.
Fuente: FIFRA