En el inicio de una nueva campaña triguera, que según las estimaciones tendrá una menor área sembrada, Pino declaró que “es una lástima que el gobierno no se dé cuenta el momento que vivimos y deje pasar una oportunidad histórica” no generando un marco claro y previsible para la siembra del cultivo.
Sin reglas claras y con los mercados de consumo y exportación intervenidos, sumado al fenómeno de la guerra que generará una mayor demanda mundial “la cadena no ve un horizonte claro y eso se refleja en las expectativas que se percibieron durante el evento” agregó.
Es una necesidad urgente abrir el registro de exportaciones para no limitar la producción y luego implementar una serie de políticas públicas activas que favorezcan las inversiones del sector privado para generar los dólares genuinos que necesita nuestra macroeconomía: la desaparición de los fideicomisos para el mercado interno, la eliminación de la tasa de estadística y aranceles de importación para insumos estratégicos (fertilizantes, agroquímicos, repuestos, cubiertas), entre otros.
Además Pino expresó “como si fuera poco, los productores argentinos recibimos el precio del trigo más bajo del mundo” durante una disertación con sus pares de la Comisión de Enlace. Y agregó: “El valor está desacoplado de los precios internacionales ya que, a promedios de la primera semana de mayo de 2022, recibió solo el 42% del valor internacional”. Este desacople radica básicamente en derechos de exportación (que hoy son inconstitucionales) y el múltiple tipo de cambio.
El evento reunió a más de 1700 personas que representaron a los distintos eslabones de la cadena y fue organizado por la Federación de Acopiadores.